Club de Cuervos – Temporada 4

Club de Cuervos nos enseña que las decisiones correctas, muchas veces pueden doler.

El 7 de agosto de 2015 marcó el inicio de la primera serie en español de Netflix, Club de Cuervos. Cuatro años más tarde, este 25 de enero llegó a la misma plataforma el desenlace de una historia que hemos vivido de la mano de Isabel y Chava Iglesias.

Club de Cuervos es una de las series más importantes no sólo de México, sino de la plataforma Netflix. Sin ella, no existirían shows como Luis Miguel, La Casa de las Flores, 3%, Dark, y muchas otras; pues no sólo fue la primera serie en español, sino que fue la primera producción internacional de Netflix.

En esta ocasión he decidido iniciar esta crítica con lo malo, para dejar lo mejor para el final. Pero es importante mencionar que esta reseña contiene spoilers.

Lo malo

Durante las 4 temporadas, han existido alrededor de 90 personajes, y aunque la cuarta temporada se encargó de darle el mejor cierre a los personajes más importantes, es inevitable sentir que al mismo tiempo fue muy injusta con algunos otros.

Específicamente el final de Fede me pareció muy poco digno para lo que el personaje ofreció a la serie a partir de la segunda temporada.

Me resultó, además, un poco forzada tanto la relación que existe en los primeros tres capítulos entre él e Isabel, como la poca seriedad que le dieron al entrenador en esta temporada. Aunque este problema existió a partir de La Balada de Hugo Sánchez. Pero de ese spin-off mejor ni hablamos.

De igual manera, el desenlace que le dan a Hugo Sánchez está lejos de ser el mejor. Se entiende por qué tiene que irse con Ricky Lamas, pero la realidad es que al ser, probablemente, el personaje más icónico de toda la serie, un final distinto lo hubiera favorecido mucho más.

Lo bueno

Club de Cuervos es una serie que supo combinar de excelente manera la comedia y el drama y en esta temporada lo hacen aún mejor.

La temporada es bastante divertida, hace reír muchísimo y logra que nos encariñemos más con los personajes. Al mismo tiempo, toca fibras sensibles en el espectador y hace que nos demos cuenta que los finales felices, por más que los deseemos, muchas veces no son el desenlace correcto.

Esto ocurre con todos los personajes. Al final de la serie, casi todos toman caminos distintos, y aunque para casi todos las cosas terminan bien, es inevitable sentirse mal por saber que deben separarse.

El capítulo 8 es, seguramente, el más emotivo de todos. Durante toda la serie se ha representado la corrupción y traición que existe en este deporte. Pero es en este capítulo donde el compañerismo y la solidaridad que puede existir en un equipo es mucho más fuerte que cualquier adversidad.

Cuando acabó este capítulo, yo estaba frenético, había llorado de alegría, había saltado de emoción. Luego inmediatamente vi el capítulo 9 y tengo que admitir que mi corazón se rompió en mil pedazos.

Rafa e Isabel no terminan juntos. Aunque esto duela terriblemente, debemos admitir que era lo mejor para ambos. Aquí llega el mensaje más importante de la serie. Muchas veces no puedes quedarte con todo, y la mayor parte del tiempo vas a tener que hacer sacrificios que van a doler. Al final de los días, no obstante, te darás cuenta de que toda decisión y toda situación pasa con un propósito.

La cuarta temporada de Club de Cuervos le dio un final digno a casi todos los personajes. Se fueron algunos jugadores, pero regresaron Aitor, Potro, Mary Luz, JP y se integró un nuevo personaje: Emaíl.

Por cierto, Aitor Cardoné es el mejor capitán que este equipo ha tenido; junto a él, la cuarta temporada tiene los momentos más emotivos de toda la serie.

Conclusión

El mayor acierto de Club de Cuervos es haber terminado ya. Sin querer extender la historia a 7 temporadas, no corrió el riesgo de que la narrativa se fuera en picada.

Los hermanos Alazraki supieron que éste era el momento perfecto para terminar con la historia. Y cuando un productor pone antes su historia que el dinero que puede generar el sobreexplotarla, se agradece.

Después de 4 temporadas, la familia Iglesias se despide Nuevo Toledo, y la verdad es que no pudieron haberlo hecho de mejor manera.

 

True Detective 3×04: “The Hour And The Day”

“The Hour and The Day” es un episodio de introspección que se concentra en resaltar facetas humanas de los diferentes personajes de True Detective. Sí, avanza en descubrimientos de la investigación, pero se enfoca más en momentos de quiebre y confesiones muy emocionales.

Hays se enfrenta a su esposa Amelia, en una resolución que pasa de ser violenta a melancólica y, eventualmente, desemboca en una explosión sexual. West tiene que “rescatar” a un perdido Tom Purcell, quien parece buscar pleitos en bares para darle sentido a su vida. Amelia trata de ayudar a Lucy Purcell, madre de los niños, quien está devastada y ahoga sus penas en alcohol. “Tengo alma de prostituta”, admite en un par de ocasiones, indicando que nunca hizo mucho para darle algo por qué sonreír a sus vástagos. Veremos incluso el llanto excesivo que aparenta ser una confesión del joven Freddy Burns, cuyas huellas dactilares fueron encontradas en la bicicleta que manejaba Will, el niño asesinado.

Los sentimientos de culpa, desaliento y desesperanza estuvieron a flor de piel en este capítulo que marca ya la mitad de la Tercera temporada.

 

La Iglesia

En el año 80, Hays y West visitan la iglesia a la que asistían los niños Purcell. Adentro hay fotos de pequeños tomando la primera comunión, lo que no deja una buena impresión en ninguno de los detectives. A la vez, llama la atención que solamente Will sale con los ojos cerrados. “Debió parpadear cuando tomé la foto”, dice el padre.

Este religioso también les da información importante sobre el origen de las figuras de paja. Las hace una señora “buena gente” de ese mismo pueblo. Cuando la visitan, ella comenta que un hombre negro con un ojo muerto (o nigro, la forma despectiva que decían los gringos), compró 10 de esas figuras en la pasada feria local.

Esto conduce a los detectives a lo que luce como un asentamiento de afroamericanos. Así, llegan hasta un hombre con problemas en uno de sus ojos. Al interrogarlo, éste se pone a la defensiva y saca la carta del racismo, lo cual no está enteramente errado para la época.

De ese momento tenso con otros hombres que los rodean y que empiezan a desenfundar sus armas, los policías no consiguen nueva información, pero sí un vidrio roto del carro.

Hay que mencionar también el avance que hubo con respecto a los 90, cuando ya Hays vuelve a la fuerza policial por sugerencia de West, quien ya escaló en esta institución. La insistencia del afroamericano en revisar las cintas de las cámaras de seguridad de los días previos al asalto al local, donde obtuvieron huellas de Julie Purcell, da frutos.

Aunque sea de forma borrosa, pero ya localizaron el rostro de Julie viva y en edad adulta.

Fantasmas del pasado

En la línea de tiempo de 2015, Hays continúa por su cuenta con la investigación. Sus habilidades de deducción le hacen sentir que Elisa, la periodista que lo ha estado entrevistando, sabe más de lo que cuenta.

Decide hacer dos cosas para indagar más. Primero busca a su hijo para que dar seguimiento a nombres de la investigación que hizo hace 25 años. Además, pide que averigüe lo que sucedió con West.

Por otro lado visita a Elisa, quien le indica que encontraron el cuerpo del primo de Lucy, tío de los niños, en un agujero. Eso sugiere mano criminal o que quisieron callarlo por algo, lo cual somete a más preguntas tanto al espectador como a la mente de un Hays que se enfrenta a la senilidad.

En su habitación, los fantasmas de soldados vietnamitas que mató en la guerra lo rodean, no le dejan escuchar sus pensamientos…. Conjeturas y divagaciones se pronuncian a un ritmo trepidante. Hays se siente sofocado por espectros que le nublan la mente, que lo acorralan y no le permiten analizar con la claridad que tenía en sus mejores años.

Final explosivo

Brett, el nativo americano que recolecta basura, se ha hecho enemigo de un grupo de rednecks que creen que está detrás del asesinato. Ya le habían advertido que se fuera del lugar, pero éste siguió con sus labores hasta que fue descubierto por uno de los enfurecidos padres de familia.

Brett se da cuenta de que van tras él y, descalzo, emprende una larga carrera hasta su casa, donde, como todo soldado, se ha preparado para morir a puro plomo.

De la situación son informados los detectives, quienes tienen que dejar el interrogatorio al joven Freddy para resolver el asunto. Al llegar, ven a los hombres listos para repartir balas, hasta que uno de ellos decide entrar a la fuerza, justo en el sitio donde el ex-soldado puso una bomba. ¡Boom! Fin del capítulo.

La casa de Jack

La casa de Jack (The House That Jack Built) es la última ocurrencia-abyección del provocador cineasta danés Lars Von Trier, un director que ha jugado el papel de troll en los festivales cinematográficos del mundo. Es tal su trolleo que hace unos años en el Festival de Cannes en conferencia de prensa expresó algo de simpatía por Adolf Hitler. Su objetivo ha sido escandalizar a la crítica y a la industria del cine hollywoodense.

La casa de Jack

¿Von Trier es un farsante, un artista o un director incomprendido?

No es claro, pero sí podemos afirmar que Lars Von Trier es una de las voces más distintivas de finales del siglo XX. Basta recordar el grupo Dogma que fundó con otros directores nórdicos, quienes intentaron dar una visión particular a la escena comercial y artística del cine europeo.

En La casa de Jack veremos la historia de Jack (Matt Dillon, sí, el mismo de Drugstore Cowboy), contarse en cinco incidentes, o escenas, que representan un descenso a los círculos del infierno.

Durante cada uno de estos incidentes, o círculos -si ya nos vamos al paralelo con la Divina Comedia-, sucede un homicidio cada vez más elaborado donde descubriremos el meticuloso método de Jack para orquestar sus crímenes.

En el cartel de La casa de Jack encontramos los dos papeles principales: Dillon y el otro frecuente de Wim Wenders, Bruno Ganz. Sin embargo, a Ganz sólo lo escuchamos y sabemos que Jack se refiere a él como Verge, en obvio guiño al poeta Virgilio.

Las actuaciones secundarias logran complementar el trabajo extraordinario y cínico de Dillon. Uma Thurman como una provocativa mujer a la que se le descompone su auto, Siobhan Fallon Hogan como una inocente y descuidada ama de casa y Jeremy Davies como un neurótico vendedor de armas.

¿Es el homicidio un acto estético?

 Tal como lo cuestionaba Thomas de Quincey en su obra Del asesinato considerado como una de las Bellas Artes, en La casa de Jack presenciamos todo el tiempo una comparación entre la historia del arte y el arte del homicidio. Jack es un artista acosado por sus demonios, con un trastorno obsesivo-compulsivo, en busca de construir el homicidio perfecto.

Al final, va descuidando poco a poco su obra y las cosas se ponen cada vez más filosóficas para pasar a un plano más abstracto. Allí contemplaremos la escena del cuadro famoso del Dante con Virgilio navegando por el río Estigia que los conducirá al infierno.

La casa de Jack

En su presentación en Cannes, La casa de Jack tuvo opiniones encontradas. Las reacciones ante las cintas de Von Trier se dividen entre la gente que se queda en la sala y los que la abandonan a los pocos minutos. Misógino, o más bien misántropo el suyo no es un cine para principiantes. 

At eternity’s gate

Todos conocemos a Vincent Van Gogh, y Julian Schnabel, director de esta película, lo sabe. Por eso, en pantalla nos presentará algunas de las obras más conocidas del pintor neerlandés. Sin embargo, como parte de su propuesta, En la Puerta de la Eternidad también nos invita a conocer cómo es que el pintor vivía su arte.

El mundo a través de los ojos de Van Gogh

En la Puerta de la Eternidad nos cuenta sobre los últimos años en la vida de Vincent. Podemos ver desde su estancia en Arlés, al sur de Francia; su paso por un sanatorio en Saint-Rémy-de-Provence; para terminar en Auvers-sur-Oise, una localidad cercana a París.

Conocemos la importancia que estos lugares tuvieron en su vida, pero no siempre se profundiza en dichas anécdotas. De hecho, uno como espectador tiene que intuir varias cosas: Pues la intención de esta cinta claramente no es relatarnos la vida del artista, sino darnos una idea de la alegría que despertaba en él pintar.

La fotografía, aunque sencilla en su técnica, es importante para lo que el director quiere mostrar. Sobre todo cuando la cámara se convierte en los ojos de Vincent: la mitad de la pantalla se vuelve borrosa, pero la intensidad de los colores sigue ahí.

Cuando después le vemos pintar esas formas raras llenas de colores vibrantes, entendemos de dónde viene su percepción de eso que lo rodea. Y al mismo tiempo, su frustración ante una sociedad que aún no estaba lista para el genio que tenían entre ellos.

Spoiler alert: al final se muere

No puedo hablar de esta cinta sin mencionar las actuaciones. Rupert Friend como Theo, el hermano de Vincent; Oscar Isaac como Paul Gauguin, Mads Mikkelsen como un cura, y Mathieu Amalric como el Dr. Paul Gachet. Aunque la mayoría tiene poco tiempo en pantalla, ninguno pasa desapercibido y nutren la historia con su aportación a ella.

Quien destaca obviamente es Willem Dafoe. Nos entrega un Van Gogh tanto apasionado por pintar, como frágil al ser consciente de su salud mental. Sus cambios de humor son constantes, pero le crees en cada uno de ellos. Y es un deleite verlo pintar, porque es notorio el gozo en cada pincelada que da; no obstante, también vemos el dolor por la poca recepción que tienen esos cuadros.

Si bien agradezco que esta cinta nos muestre a detalle varias obras conocidas del pintor, no puedo dejar pasar la falta de la más conocida de todas: La noche estrellada. Entiendo que quizás el director se quiso salir de lo convencional, pero hubiera sido una gran experiencia ver la concepción de esta obra.

Asimismo, su estadía en el sanatorio es poco explorada. Si fue algo tan importante en su vida como para que pintara su obra más popular, seguro es una experiencia de la que podrían sacarse varios momentos interesantes, aún sin explotar la mencionada pintura.

En la Puerta de la Eternidad tiene una narrativa con la que es difícil conectar, además de que carece de un clímax. Cuando menos lo esperas, estás presenciado el funeral del protagonista.

Entiendo las ganas de querer contar una versión diferente de una historia ya conocida, pero esta cinta destaca por las interpretaciones, no por lo que nos cuenta con ellas. Ver a Dafoe vale la pena, pero no esperen aprender algo que no puedan leer en Wikipedia.

SAG AWARDS 2019. ESTOS FUERON LOS GANADORES

La  temporada de premios continúa en Hollywood y ahora tocó el turno al Sindicato de Actores de Estados Unidos (SAG) de reconocer las mejores actuaciones en cine y televisión durante el 2018. La gala se llevó a cabo la noche del domingo 27 de enero y tuvo como mayor sorpresa la victoria del elenco de Black Panther, así como el triunfo de Emily Blunt como Mejor Actriz de Reparto por su actuación en A quiet place. Recordemos que Roma no pudo acceder a ninguno de estos premios ya que ninguna de las actrices y los actores que participaron en el rodaje forman parte de este sindicato.

Te presentamos a continuación la lista completa de ganadores y ganadoras.

CINE

Mejor actor

Rami Malek, Bohemian Rhapsody

Christian Bale, Vice
Bradley Cooper, A Star Is Born
Viggo Mortensen, Green Book
John David Washington, BlacKkKlansman


Mejor actriz

Glenn Close, The Wife
Emily Blunt, Mary Poppins Returns
Olivia Colman, The Favourite
Lady Gaga, A Star is Born
Melissa McCarthy, ¿Can You Ever Forgive Me?


Mejor actor de reparto

Mahershala Ali, Green Book
Timothee Chalamet, Beautiful Boy
Adam Driver, BlacKkKlansman
Sam Elliott Driver, A Star Is Born
Richard E. Grant, ¿Can You Ever Forgive Me?


Mejor actriz de reparto

Emily Blunt, A Quiet Place
Amy Adams, Vice
Margot Robbie, Mary, Queen of Scots
Emma Stone, The Favourite
Rachel Weisz, The Favourite


Mejor elenco

Black Panther
A Star is Born
BlacKkKlansman
Bohemian Rhapsody
Crazy Rich Asians


TELEVISIÓN

Actor en una película para TV o miniserie

Darren Criss, The Assassination of Gianni Versace: American Crime Story

Antonio Banderas, Genius: Picasso
Hugh Grant, A Very English Scandal
Anthony Hopkins, King Lear
Bill Pullman, The Sinner


Actriz en una película para TV o miniserie

Patricia Arquette, Escape From Dannemora
Amy Adams, Sharp Objects
Patricia Clarkson, Sharp Objects
Penelope Cruz, The Assassination of Gianni Versace: American Crime Story
Emma Stone, Maniac


Actor en una serie de drama

Jason Bateman, Ozark
Sterling K. Brown, This Is Us
Joseph Fiennes, The Handmaid’s Tale
John Krasinski, Tom Clancy’s Jack Ryan
Bob Odenkirk, Better Call Saul


Actriz en una serie de drama

Sandra Oh, Killing Eve
Julia Garner, Ozark
Laura Linney, Ozark
Elisabeth Moss, The Handmaid’s Tale
Robin Wright, House of Cards


Actor en una serie de comedia

Tony Shalhoub, The Marvelous Mrs. Maisel
Alan Arkin, The Kominsky Method
Michael Douglas, The Kominsky Method
Bill Hader, Barry
Henry Winkler, Barry


Actriz en una serie de comedia

Rachel Brosnahan, The Marvelous Mrs. Maisel
Alex Borstein, The Marvelous Mrs. Maisel
Alison Brie, GLOW
Jane Fonda, Grace and Frankie
Lily Tomlin, Grace and Frankie


Elenco en una serie de drama

This Is Us
The Americans
Better Call Saul
The Handmaid’s Tale
Ozark


Elenco en una serie de comedia

The Marvelous Mrs. Maisel
Atlanta
Barry
GLOW
The Kominsky Method

If Beale Street Could Talk

Si habláramos de calidad, esta cinta estaría definitivamente entre las mejores del año.

Lenta pero no decepciona

La nueva entrega del director de la aclamada Moonlight, Barry Jenkins, llega a los cines. En If Beale Street Could Talk, una joven mujer va superando su embarazo, mientras su prometido está en prisión; ella, junto con su familia, intenta demostrar su inocencia en un crimen que no cometió.

Esta película es devastadoramente hermosa. Por su calidad técnica, su excelente guión y su gran elenco, definitivamente hay que colocarla entre las mejores del año. Además, la banda sonora es excepcional. Es difícil sacarte de la cabeza por unas horas el tema principal de la película, el mismo que suena durante todo el trailer.

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Las actuaciones

Es imposible criticar esta historia sin involucrar las emociones que provocan ciertas escenas. La historia de amor entre estos jóvenes que se van convirtiendo en mujer y hombre funciona gracias a que Stephan James y Kiki Layne son muy buenos en cada escena.

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Regina King brilla con luz propia en la cinta y merece todos los premios que ha ganado con esta interpretación. Ella interpreta a la mamá de la joven quien también se esfuerza por salvar al prometido de su hija. Hay una escena rumbo al final de If Beale Street Could Talk, donde el personaje se quiebra y las emociones que te hace sentir son tan palpables que llegas a ponerte en los zapatos de su personaje.

A muchos les llamarán la atención algunos cameos en esta cinta, no diré de quién para que sean sorpresivos, pero… se encontrarán con alguna estrella de Rogue One: A Star Wars Story y The Disaster Artist, entre otros.

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Un actor que cautiva por un monologo en especifico es Brian Tyree Henry, quien ha tenido un buen año con Widows e Into the Spiderverse. Aquí lo da todo en una escena que resulta ser lenta, fría y espeluznante.

Lo que hizo falta

Algo que faltó en la película fue que se enfocara la dinámica familiar de ambas partes y no sólo la relación. La escena al inicio de la película con las dos familias es muy buena, no sólo por el conflicto sino también por el dialogo, y nos hubiera gustado ver más secuencias de ese tipo. También se echa de menos la relación del protagonista con su madre. Hubiera sido bueno ver no sólo la parte de ella, sino de ambos.

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Por momentos la cinta se puede sentir un poco lenta y, a pesar de la bella cinematografía y una corrección de color perfecta, ya quieres pasar a la siguiente escena y ver qué sigue en la historia.

En conclusión

Si estas en el ánimo de otra película que se enfoca en el arte y deja caer su peso en las partes técnicas del cine, If Beale Street Could Talk vale la pena. Pero si quieres algo más palomero y con un ritmo más rápido, ésta definitivamente no es la cinta para ti.

Nominados a los Razzie 2019

Como cada año, la noche anterior a las nominaciones de los Premios Oscar llegan también las categorías de los Golden Raspberry, mejor conocidos como Razzies, a lo peor del cine.

Estos premios, bastante singulares, se volvieron toda una tradición para la industria y reconocen  aquello que nos hizo gritar, o llorar…, pero de frustración y de coraje. Malas actuaciones, pésimas historias u horribles adaptaciones que pudimos ver en la pantalla grande durante el 2018 se dan cita en esta singular noche.

Johnny Depp, Muppets y hasta el mismísimo presidente Donald Trump son algunos de los que conforman estas nominaciones, las cuales encabezan las cintas: Holmes & Watson (Etan Cohen, 2018), Gotti (Kevin Connolly, 2018), Death of a Nation (Dinesh D’Souza, 2018) y Happytime Murders (Brian Henson, 2018).

A continuación te presentamos la lista completa de los contendientes a los premios Razzie 2019.

Peor Película

  • Gotti
  • Happytime Murders
  • Holmes & Watson
  • Robin Hood
  • Winchester


Peor Actriz

  • Jennifer Garner / Peppermint
  • Amber Heard / London Fields
  • Melissa McCarthy / Happytime Murders y Life of the Party
  • Helen Mirren / Winchester
  • Amanda Seyfried / The Clapper

Peor Actriz de Reparto

  • Kellyanne Conway (como ella misma) / Fahrenheit 11/9
  • Marcia Gay Harden / Fifty Shades Freed
  • Kelly Preston / Gotti
  • Jaz Sinclair / Slenderman
  • Melania Trump (como ella misma) / Fahrenheit 11/9


Peor Actor

  • Johnny Depp (voz) / Sherlock Gnomes
  • Will Ferrell / Holmes & Watson
  • John Travolta / Gotti 
  • Donald J. Trump (como él mismo) / Death of a Nation y Fahrenheit 11/9
  • Bruce Willis / Death Wish 

Peor Actor de Reparto

  • Jamie Foxx / Robin Hood
  • Ludacris (voz) / Show Dogs
  • Joel McHale / Happytime Murders
  • John C. Reilly / Holmes & Watson
  • Justice Smith / Jurassic World: Fallen Kingdom 


Peor Pareja

  • Cualquier pareja de actores o puppets (en cualquier momento de la película) / Happytime Murders
  • Johnny Depp y su carrera cinematográfica que se desvanece / Sherlock Gnomes
  • Will Ferrell y John C. Reilly (arruinando a dos de los personajes más queridos de la literatura) / Holmes & Watson
  • Kelly Preston y John Travolta / Gotti
  • Donald J. Trump y su arrogante sentido del humor / Death of a Nation y Fahrenheit 11/9 

Peor Remake o Secuela

  • Death of a Nation (remake de Hillary’s America)
  • Death Wish
  • Holmes & Watson
  • The Meg (rip-off de Jaws)
  • Robin Hood


Peor Director

  • Etan Cohen / Holmes & Watson
  • Kevin Connolly / Gotti
  • James Foley / Fifty Shades Freed
  • Brian Henson / Happytime Murders
  • The Spiering Brothers (Michael y Peter) / Winchester 

Peor Guion

  • Death of a Nation
  • Fifty Shades Freed
  • Gotti
  • Happytime Murders
  • Winchester


¿Qué película resultará ser la peor del año y cuál se llevara la mayor cantidad de estatuillas? Tendremos que esperar cerca de un mes para saberlo. Por lo mientras, comenten cinéfilos, ¿cuales de estos desastres vieron en el cine?

True Detective 3×03: “The Big Never”

True Detective no deja de asombrar. Los primeros dos episodios pusieron todos los elementos en la mesa para entregarnos un misterio con suficientes hilos y enredarnos la mente. Y con lo de las líneas de tiempo y sus constantes intersecciones, ésta realmente pinta para ser una temporada excelente.

“The Big Never” es el título del tercer capítulo de la última temporada de True Detective. Aquí el narrador es ahora el Detective Roland West (Stephen Dorff), a quien no habíamos visto en la línea temporal de los años 90. Encontrarlo en esa oficina con sol de media tarde y un cigarrillo en boca hace recordar al propio McConaughey en el debut de esta serie de HBO. Incluso la actitud es parecida: desenfadada y desafiante a la vez, con una voz ronca y segura.

Cuando llegan otros detectives para hablar de la aparición de huellas de la niña Purcell –desaparecida en el caso de los 80–, West no se muestra demasiado ansioso por seguir ahondado en el tema. Pareciera que lo que sea que sucedió en esa época, fue suficiente para querer dar el caso por cerrado.

True Detective conoce bien cómo colocarnos a personajes masculinos que proyectan seguridad e inseguridad en un mismo coctel. No necesitan hablar mucho para que, como audiencia, queramos desentrañar lo que ocultan sus miradas. Nos volvemos investigadores tanto del caso en sí como de sus personajes principales.

El supermercado

Bajo ese argumento nos encontramos con una escena muy bien lograda por montaje, edición y ritmo. Wayne Hays, en los 90 está con sus dos hijos, Henry y Rebecca, en un Walmart. La gran cantidad de estantes abruma al detective, quien además parece no disfrutar de esas tareas hogareñas, hasta que en un momento de distracción, Rebecca se pierde de su vista.

Ahí comienza la desesperación de este hombre (Ali es un maestro actuando), quien exige a la cajera que cierre el supermercado hasta encontrarla. Eventualmente ella aparece, por lo que recibe una reprimenda de su padre, provocando un llanto en la pequeña y un momento de reflexión para Wayne.

La angustia se deriva de diversos factores. Hays seguramente no quedó bien luego de que se “solucionara” el caso de los Purcell y, lo que ocurrió, lo convirtió en un hombre a la defensiva, carente de mucho sentimiento paternal.

Nuevas pistas

Lo más curioso y atractivo que tiene esta temporada es el cómo surgen nuevas pistas, pero en distintas líneas de tiempo.

En los 80, el olfato rastreador de Wayne ayuda a que se haga una nueva inspección en la casa de los Purcell. Así, hallan un álbum familiar que había sacado Tom para la sala de estar, donde aparece el hijo en una foto de su primera comunión. Lo curioso son los brazos cruzados en la misma posición en la que fue encontrado muerto.

En un nuevo rastreo por el bosque llegan hasta una casa, donde un hombre da indicios de haber sido ya interrogado por unas personas con “placa“. De ese tema no estaban al tanto. Este señor dice haber visto merodear por ese camino a los Purcell, y a veces a un vehículo nuevo conducido por un hombre negro con una cicatriz y una mujer blanca.

Por otro lado, llegan a la empresa donde trabajaba la madre de los niños, lugar donde opera una especie de centro infantil bastante sospechoso. Hay algo más oculto en esa planta procesadora que sólo el aspecto industrial que tiene por fuera; y Hays está listo para detectarlo.

Avances en la investigación

Asimismo en los 90, con un Hays que parece no saber cómo congeniar con sus niños, ni con Amelia, quien le propone una noche de sexo libre; se ve muy molesto al saber que ella fue a conseguir información nueva del caso, usando sus encantos de mujer.

La mezcla de celos y alcohol no le permiten ver con claridad el panorama. Es una combinación de bravura e incompetencia por no poder continuar con la investigación por su cuenta, ya que no forma parte de la misma. Eso termina hasta el final del capítulo, cuando su compañero West lo busca para que se una a la reapertura del caso.

Además, West tiene un encuentro con un Tom Purcell, ahora sobrio y entregado a la religión. Parece que su recuperación tras la muerte de sus hijos funcionó con el pasar de los años, aunque ahora se ve más solo que antes, ya que su esposa pasó a mejor vida.

Lo surrealista

El mejor momento del episodio fue cuando un Hays en 2015 (“el presente”) continúa con la entrevista y las cámaras encima, con una incesante periodista que le acribilla con nuevas preguntas y nueva información.

Su hijo Henry lo había llevado al hospital para que le hagan exámenes por su sonambulismo/pérdida de memoria y aunque el doctor le sugiere que no hay nada que se muestre de forma concreta, sí se puede entender que hay un deterioro. Alzheimer es lo más probable… ¿o no?

Estando en una habitación apuntando “nuevas” pistas en un cuaderno, le aparece un fantasma de Amelia, recriminándolo por querer seguir ocultando lo que pasó. Hays se ve aterrorizado por lo que ella le dice, le suplica que él no merece eso, pero como espectadores nos hace creer que la actitud ambigua de este hombre tiene más capas de la que nos ha dejado ver.


True Detective se emite todos los domingos por la noche en HBO.

Black Panther no merece un Oscar

Ante todo, aclaro que esto es sólo mi opinión. No tienes que estar de acuerdo conmigo. Escribo esto porque quiero decir algunas cosas. Además, he visto Black Panther tres veces y creo que mis argumentos tienen suficientes bases. Así que te invito a mantener una mente abierta y leer hasta el final.

Introducción

Falta poco para que se anuncien las nominaciones a los Premios de la Academia 2019. Hay muchas posibles contendientes a Mejor Película, pero hoy quiero hablar de una en particular: Black Panther (Ryan Coogler, 2019). Ésta ha sido impulsada desde hace meses por medios, críticos y celebridades que la consideran digna de una nominación; sobre todo por el impacto sociocultural que tuvo en su estreno. Durante meses, hemos visto medios como The Hollywood Reporter votar por dicha posibilidad; sin embargo, no estoy de acuerdo con ello y quiero explicar aquí mis razones.

Primero, hay que ser justos y reconocer algunas cosas.

Impacto

Empecemos por aquí: Black Panther es una gran película. Tiene secuencias de acción emocionantes, personajes (mayormente) bien caracterizados, sólidas actuaciones y una historia que habla sobre temas raciales con tacto y buen manejo. Además, cuenta con uno de los mejores villanos que el MCU ha creado y produce un conflicto interesante entre éste y el héroe. T’Challa y Killmonger comparten experiencias y opiniones opuestas; pero T’Challa se alimenta de su enemistad con Killmonger y éste lo ayuda a completar su arco argumental.

Aunque en el pasado se hayan criticado los aspectos más técnicos del MCU, como la fotografía o banda sonora de sus película, aquí es diferente. Como película, tiene una muy buena calidad y en su estreno fue un fenómeno indiscutible. Muchos afroamericanos la amaron en su momento, y los entiendo. No se suelen ver blockbusters de esta magnitud que sean manejados por actores, guionistas y directores que no sean blancos.

No hay que negar que la historia fue hecha para conectar especialmente con este pública. Celebra su cultura y raíces, muestra un país africano próspero y sin colonizar, da un héroe ejemplar a muchos niños de raza negra y todo un set de personajes bien definidos con los cuales empatizar.

 

Implicaciones

Black Panther es una historia que empodera a quienes han sido ignorados por Hollywood durante años; y aunque sentirse identificado o representado con una obra no es algo vital ni necesario, sí se siente bien conectar personalmente con una historia. Así que, al igual que los fans de Star Wars se identifican con Luke Skywalker, (yo, por ejemplo, me identifico con Spider-Man) un gran número de audiencias se identifican con Black Panther y lo celebran con orgullo.

Eso no significa que a todos los afroamericanos les debe gustar la película. Tampoco significa que sólo a ellos les puede gustar, o que eres racista si no te gusta. Eso significa que, para muchos, Black Panther es importante a nivel personal, y no hay nada malo en eso.

Cada quien tiene una obra especial en su vida. Cada quien tiene una historia de ficción que les motiva a ser mejores personas. Es por eso que, por más pesados que fueran los medios y algunos críticos cuando la cinta se estrenó, se entiende la alegría de muchos. Se comprende el amor que el público siente cuando una película ”suya” tiene tanta cobertura, y respeto a quienes le guardan un lugar especial. Sin embargo, esas cualidades no la hacen digna de un Oscar a Mejor Película.

Problemas

Black Panther es bastante imperfecta. La película comienza con un buen ritmo, pero su trama tiene muchos personajes que le cuesta balancear. En el primer acto, la narrativa se detiene para darle su tiempo con T’Challa a cada participante; (T’Challa con Nakia en las calles de Wakanda, con W’Kabi en el campo, con Shuri en los laboratorios de vibranium). Aunque se aprecia el esfuerzo por dar lugar a cada uno, la trama se estanca, el ritmo pierde impulso y no se recupera hasta la escena del casino.

Algunas relaciones entre los personajes no son debidamente aprovechadas; como que Zuri sea el culpable de la muerte del padre de Killmonger, o que Okoye y W’Kabi tengan diferencias respecto a cómo debería ser Wakanda. Esto hace que varios momentos no terminen de impactar de la forma esperada.

La relación entre T’Challa y Nakia se siente forzada y sin química. Da la impresión de que necesitaban a la fuerza incluir un romance para el protagonista porque casi todas las cintas de superhéroes lo tienen. En cuanto al concepto de ”país súper-desarrollado”, suena bien, pero no está libre de incoherencias en su ejecución. Wakanda es un país muy avanzado tecnológicamente, pero la infraestructura de las calles parece sacada del tercer mundo, algunos edificios tienen graffiti en las paredes, y escogen a su rey mediante un combate a muerte. Ya saben, como gente civilizada.

Por último, creo que cometieron un error matando a Ulysses Klaue tan rápido, ya que era un villano que daba para más. Todas estas fallas no suenan muy importantes por sí solas, pero cuando las juntas para sumar los aciertos y errores del film, el resultando es una película bastante desigual.

Como dije antes, Black Panther se destaca casi totalmente en el apartado técnico. Eso la hace apta para calificar en otras categorías como Mejor Fotografía, Mejor Banda Sonora, Mejor Vestuario y Mejor Diseño de Producción. Quizá estos apartados no sean tan prestigiosos, pero ayudarían a quitar esa idea de que las cintas del MCU tienen poco valor cinematográfico.

En cuanto a la categoría de Mejor Película, una cinta de superhéroes con una dinámica interesante entre héroe y villano, pero que al final se reduce al cliché de “héroe y villano se enfrentan en una gran batalla de CGI porque tienen los mismos poderes”, no merece una nominación.

”Sobrevalorada”

La campaña mediática con Black Panther empezó cuando se estrenó. La cinta fue un gran éxito, muchos reconocimos su impacto y ya. Los espectadores pasamos a lo siguiente, pero los medios no. Ellos siguen repitiendo la importancia de la película una y otra vez. Ya no se puede ver un video de Black Panther sin encontrar 20 comentarios que la tilden de sobrevalorada, y cada vez que sale un artículo sobre las oportunidades de Black Panther en los Oscar, la gente se ríe y dice que “era una cinta mediocre” o  que “es sólo otra cinta normal de Marvel”.

La gente siempre va a pensar lo que quiera, y muchas veces estarán equivocados. No obstante, en ocasión, no los puedo culpar. Los medios y algunos críticos la han inflado por meses. La elogian hasta el cansancio y la tratan como lo mejor de 2018.

No me gusta usar el término ”sobrevalorada”, pero sí la ha sido aclamada más de la cuenta. Así fue desde que se estrenó. El hype es algo muy poderoso, así que muchas personas se sintieron decepcionadas o insatisfechas cuando la vieron; no porque fuese mala o particularmente incompetente, sino porque las expectativas se salieron de los límites.

Desde entonces, se ha repetido el discurso de “esta película es importante” muchas veces. Quienes quedaron decepcionados o insatisfechos con ella, pensaban que no era para tanto, y buscaban mil fallas para argumentar lo contrario. 

No es la primera vez

El año pasado ocurrió lo mismo con Wonder Woman, primera cinta de superhéroes dirigida y protagonizada por mujeres. La misma campaña mediática sobre lo “relevante e importante” que es la película, los mismas críticos dándole una puntuación excesiva por aquella razón, y la misma lucha por conseguir una nominación a los Oscars en dirección, actuación, guión y película.

En este caso, la campaña no ganó tanta fuerza. A la larga, la cinta de Patty Jenkins sufrió del mismo destino, con personas decepcionadas tildándola de sobrevalorada en cada oportunidad. 

Cambiar a Hollywood

Que Black Panther busque una nominación no es inherentemente malo. Quienes impulsan esta campaña, quieren que Hollywood presente más oportunidades así de grandes a minorías. Pues en efecto, los grandes estudios deben contratar a más directores de diferentes razas, sexos, y preferencias, ya que no sólo tienen algo nuevo que aportar al cine; sino que describen de una forma más amplia cómo son los seres humanos, con todos los colores disponibles.

Black Panther hizo más de $1 billón en taquilla mundial, y más de $700 millones en USA. Tuvo excelentes críticas, mejores puntuaciones que cintas como Los Vengadores y El Caballero de la Noche. Muchos críticos la escogieron como la mejor película del año ¿No es eso suficiente? ¿Todo ese dinero hecho en taquilla no le dice a Hollywood que la gente quiere más cintas así? ¿Que si se arriesgan con directores diversas lugares e historias, quizá la película llegue a nuevas audiencias y logren capitalizar en otros mercados no tan explorados? Al fin y al cabo, Black Panther hizo tanto dinero en USA gracias a que llegó a una inmensa cantidad de gente afroamericana que no había visto muchas o ninguna otra cinta del MCU.

Black Panther no fue la única en lograr eso con la taquilla. Coco hizo una inmensa cantidad de dinero en México. Crazy Rich Asians atrajo a nuevas audiencias de raíces asiáticas. Ya está demostrado que si haces otros tipos de historias para nuevas audiencias, éstas probablemente respondan positivamente en taquilla. Pareciera no ser suficiente, como si Black Panther fuera a cambiar a Hollywood sólo si obtiene una estatuilla.

Nada cambiará

Que Black Panther sea nominada no cambiará nada para los superhéroes en el cine. Quizá Hollywood se anime a contratar gente de otros razas y nacionalidades, pero los superhéroes seguirán siendo vistos por muchos elitistas como la “comida chatarra” del cine. ¿Por qué? Porque Black Panther no se ha vendido como un éxito de Marvel ni como una muestra de lo que el género de superhéroes es capaz. Se ha vendido como un ”avance social y político muy importante”. Por ende, la Academia la verá como un ‘movimiento cultural único que debe ser reconocido. 

Algunas películas de superhéroes han demostrado un nivel superior. Han comprobado que tienen mayores ambiciones y que pueden considerarse como verdaderas piezas de cine. Quizás apoyaría a Black Panther si la estuviesen vendiendo como un logro del género, pero no es el caso. Mientras tanto, otras películas que quizá merezcan la nominación se van dejando de lado.

Avengers: Infinity War fue el gran evento del año pasado y es una mejor película que Black Panther. Sin embargo, se quedará con una nominación a mejores efectos como mucho, y nada más. Logan en su momento tenía potencial para una nominación. La cinematografía está bien trabajada, su tono era realista, y la historia sacrificaba los aspectos más fantasiosos de los superhéroes a favor de escenas más crueles y oscuras.

Y si la Academia tuvo la osadía de negar una nominación para Mejor Película a El Caballero de la Noche en el 2009,  a pesar de ser una joya que llevó el género a otro nivel, entonces que no vengan a nominar a otra película inferior por razones ajenas a su calidad.

Conclusión

Aún no se sabe qué pueda pasar. Tal vez la nominen, o tal vez no. Black Panther es una gran película y la defenderé ante quienes la tilden de sobrevalorada. No obstante, de antemano, yo pienso que ninguna película debe ser nominada a sus cualidades más allá de su importancia social.

Comprendo el impacto que tuvo, pero eso no hace toda una película. El cine termina politizándose en exceso para su propio beneficio. Elogiémosla si eso debemos hacer, pero detengamos esa narrativa de que es la mejor película del 2018. No lo es.

 

Clímax

Lo que pareciera una inofensiva presentación de un grupo de baile, en Clímax (Gaspar Noé, 2018) se torna en una experiencia incómoda. Pero deberíamos haber visto venir este escenario, pues esta cinta tiene tatuada la intensidad por donde se le vea, haciéndole honor a su nombre.

Empezamos conociendo a los integrantes del mencionado grupo de baile. Los han grabado en cintas VHS respondiendo preguntas sobre el baile, su vida, y la próxima gira que harán en Estados Unidos. Sus voces se reproducen en una televisión, que ahora llamaríamos “antigua”, enmarcada por un cúmulo de libros de filosofía y otras cintas VHS, todas con títulos de reconocidas películas de terror.

La música y la cámara no se detienen

Después de las entrevistas, pasamos a la primera de las dos escenas de baile en la cinta. Desde este momento entendemos que el foco de la historia está en los personajes (aunque no recordemos el nombre de todos) y en cómo se relacionan entre ellos. Con una cámara que rara vez se queda quieta, y la música de fondo que también se niega a detenerse, no debemos esperar un ambiente relajado.

De principio a fin, Clímax se desarrolla en el mismo lugar: una especie de salón conectado a unas habitaciones. La mezcla de luces, colores, y el saber que no podemos salir de ahí crea una sensación pesada que va creciendo casi sin que nos demos cuenta.

¿Por qué no se puede salir de ahí? Porque descubren que alguien puso LSD a la sangría de la que todos estaban tomando y están decididos a dar con el culpable. Esto desatará muchas emociones entre el grupo de jóvenes y nosotros como espectadores vamos a vivirlas con ellos.

Eviten la comida antes o durante la película

No me considero “delicada” ante las imágenes vertiginosas que pueda ver en el cine. Sin embargo, creo que la razón por la que sentí un poco de náuseas con esta cinta, es porque el malestar se va construyendo poco a poco.

Aun cuando sabemos que los protagonistas están ante un “peligro” inminente (el efecto de las drogas en su cuerpo), no los sentimos vulnerables de inmediato. Los hemos visto bailar, los hemos escuchado expresarse sobre el resto de sus compañeros. Como cualquier otro joven, se muestran llenos de sueños y energía.

De pronto se ven ante una situación que no controlan. Es ahí donde se vuelven vulnerables, donde dejan salir sus peores actitudes y los conocemos sin máscaras.

Bailarines a fin de cuentas, ellos viven ese viaje ácido a través de sus cuerpos: sus movimientos y sus acciones. Nosotros lo hacemos a través de la cámara que los acompaña. La película se cuenta, en su mayoría, en un falso plano secuencia que contribuye bastante a incrementar la impresión de que el fr´enesí nunca va a terminar. Pasamos de un sufrimiento a otro sin descanso.

Añadan a eso una larga toma de cabeza y creo que se puede entender la razón de mi malestar.

Aún así, Clímax es una película que recomiendo si quieren, no solo ver algo diferente, sino sentir algo nuevo. Me queda claro que, después de verla, no necesito ingerir drogas nunca en la vida. Ya puedo decir que conozco la sensación que producen.

Glass

Finalmente se estrena en cines una de las cintas más esperadas del año: la tercera, y última, parte de aquella historia que M. Night Shyamalan empezó a contarnos hace casi 20 años en Unbreakable (2000) y que en Split (2017) llevo a su punto más alto. Glass, ahora, llega a poner el punto final involucrando a todos los personajes de la trilogía.

El elenco

James McAvoy vuelve para interpretar a “La horda”, junto a Bruce Willis como David Dunn “El centinela” y Samuel L. Jackson como Elijah Price.

El elenco es completado por Anya Taylor-Joy, Sarah Paulson, Spencer Treat Clarke y Charlayne Woodard.

Después de Split…

 La historia comienza muy pocas semanas después de los eventos ocurridos en Split. Veremos a David Dunn (Bruce Willis) involucrarse en la persecución de “La horda”. Esta búsqueda dará suceso a un enfrentamiento entre ambos que será interrumpido por la policía.

Tras la captura de ambos personajes, serán llevados a una institución mental en donde los evaluará la doctora Ellie Staple (Sarah Paulson), quién tratará a toda costa de convencerlos de que sus poderes no son más que un trastorno de personalidad. Es decir, que ellos no son súper humanos, no tienen poderes y todo lo que han hecho tiene una explicación científica.

Dentro de esta institución mental se encuentra también Elijah Prince, quien muy pronto se reencontrará con su viejo amigo David y conocerá a Kevin; en él hallará la respuesta a la pregunta que por tantos años no ha podido contestar.

La duda…

En Glass el juego con la mente del espectador empieza desde el principio, porque así como se busca que los personajes duden si sus habilidades son reales o sólo son producto de su imaginación, somos envueltos en esa incertidumbre.

Debo admitir que hubo un momento en el que yo también llegué a dudar de que estos hombres tuvieran alguna especie de poder. Me vi repasando en mi cabeza las dos películas anteriores. ¡Trataba de convencerme de que la premisa planteada por la Dra. Staple era equivocada!

Este laberinto de preguntas sin respuesta es lo más emocionante de la cinta.

El estilo del director

Glass es más un thriller que una cinta de acción o una película de superhéroes, ya que Shyamalan les da más peso a los elementos propios del primer género que a los del segundo.

La película cuenta con una historia envolvente que tiene giros inesperados e impactantes, como si este recurso fuera una forma de compensar la carencia de espectacularidad.

Sin embargo, estos giros no terminan de impactar lo suficiente y caen en situaciones que se sienten un tanto forzadas. Esto ocurre en más de una ocasión, y se torna bastante predecible cuando se nos revela la relación que tiene Kevin con la primera cinta. De hecho, el director aprovecha para confirmarnos una teoría que circulaba en internet ya desde el estreno de Split.

Lo Malo

Por momentos Glass está un poco mal estructurada y no queda claro hacia dónde se dirige la historia. También tiende a estancarse y a sentirse redundante al dar vuelta tras vuelta sobre el mismo asunto.

A pesar de que estructura muy bien a los personajes principales, no ocurre así con los secundarios. Nunca queda clara la razón por la cual estos tres personajes están, ni el peso que tienen en la trama; da la impresión de que sólo sirven para justificar el final de la cinta.

Si bien se enlaza brillantemente con las dos películas anteriores, no termina de pertenecer del todo a una o a otra. Es como si Glass fuera un elemento ajeno que Shyamalan trata de encajar a la fuerza. Hay propuestas interesantes en el diseño de producción y las ambientaciones, pero todo esto se va descuidando conforme avanza la película.

 

A pesar de esto…

Glass no da malos resultados. No obstante, es cierto que las altas expectativas producidas por las películas anteriores pueden afectar la experiencia del espectador. Si ustedes ya la vieron, cuéntenos que les pareció. ¿Creen que es un digno final para esta historia?

 

True Detective 3×01 y 3×02: ¡Gran inicio!

Un misterioso crimen en la meseta de los Ozark, Arkansas, envolverá una trama que da saltos en el tiempo en tres épocas diferentes, compartiendo a un descomunal protagonista interpretado por el inmenso Mahershala Ali, quien nos atrapa en esta gran producción de HBO.

True Detective, en su tercera temporada, definitivamente nos dejó un muy buen sabor en nuestro paladar seriéfilo con sus primeros episodios.

¿Qué sería de esta serie sin un protagonista que enfrenta sus propios traumas? ¿con una oscuridad innata? En este caso conoceremos a Wayne Hays (a quien durante la guerra de Vietnam apodaron graciosamente “Purple Haze“), un detective en una ciudad segregada en 1980 que tiene de compañero policial a Roland West, un hombre blanco.

En el arranque no es notable que esa diferencia de color de piel pueda significar algún obstáculo, es hasta después con los pequeños detalles que se exponen las diferencias en tratos y beneficios entre un policía y otro. Todo es muy sutil en una trama cuyo mayor foco está en la desaparición de dos menores, un chico de 12 y una chica de 10.

Los pequeños salieron a dar una vuelta al parque mientras su padre, Ron, un hombre que trabaja en una fábrica local y que quedó al cargo de los niños cuando su mujer se fue de la casa, reparaba un vehículo en las afueras del hogar. Era una situación normal, los niños tendrían que volver “antes de que anocheciera”… pero eso no ocurrió.

Los saltos temporales

La estructura no lineal regresa con esta nueva entrega de True Detective. Fuimos testigos de ello con los dos primeros episodios que se emitieron este pasado domingo 13 de enero.

Un Wayne agobiado y probablemente con problemas de Alzheimer trata de mantenerse cuerdo durante una entrevista en 2015. El motivo de la misma es conocer más detalles sobre ese caso, el cual causó gran conmoción a nivel nacional gracias al libro publicado por su esposa Amelia.

En ese tiempo, el “presente”, Amelia ya no existe y Wayne convive con su hijo Henry, a quien le molesta que después de tantos años de ver el desgaste de sus padres, la historia todavía siga acechándolos.

La otra línea temporal es 1990. Wayne ya se retiró de la policía, pero surge nueva información de ese caso que parecía haber enterrado para siempre. Esos nuevos datos provocarán acciones que desconocemos, pero que prestan las condiciones para sorprendernos.

La cuarta pared

Wayne es un rastreador, un cazador por naturaleza y es así que logra dar con una pista importantísima del caso en 1980 (no diré cuál para evitar spoilers).

De pronto, viendo un pequeño charco que refleja la luna, ésta parpadea y desaparece. Luego el detective se dirige hacia la cámara y pregunta si es mejor detenerse. Esa escena se contrapone con el “presente”, en donde un foco presenta fallas y deben parar la grabación de la entrevista.

Ocurren un par de momentos más con ese estilo, por lo que la narración de los hechos se transforma en omnipresente y no respeta leyes temporales.

A fuego lento

Últimamente me he topado con bastantes producciones a ritmos lentos, y es que para cierto tipos de narrativas y construcción de personajes, es lo ideal. En este caso, la lentitud calza a la perfección.

Mahershala Ali está hecho para este tipo de papeles. El protagonismo lo adopta con tremenda naturalidad, volviendo a los personajes secundarios en accesorios. El guión de Pizzolatto (también showrunner) está producido para encarrilar en un viaje moral a este hombre que, a pesar de la fuerte presencia sonora de su voz, padece inquietudes internas, debilidades que se representan cuando está en su etapa de vejez, con un maquillaje tan realista que verdaderamente asombra.

Veredicto

A este trabajo policial se irán incorporando personajes interesantes, tanto Ron como Amelia, quienes parecen saber algo más de lo que aparentan. O al menos, esa impresión dejan.

Veremos también que los métodos para extraer información de testigos o sospechosos, por parte de los detectives, pueden ser poco ortodoxos. Pues ambos cambiarán de rol en el “bueno” y “malo” según convenga.

Finalmente, la mención de la pérdida de la memoria de Wayne en el “presente” deberá tener más de trasfondo… ¿Será que pasó algo tan espantoso que lo borró de su mente? De ser así, estamos completamente emocionados por averiguar qué es.


Este review es de los episodios “The Great War and Modern Memory” y “Kiss Tomorrow Goodbye“.

True Detective Temporada 3 se transmite los domingos en la noche por HBO.

Vox lux: el precio de la fama

Usando videos caseros como imagen principal, al principio de Vox lux (Brady Corbet, 2019) una voz en off nos cuenta sobre la pequeña Celeste (Raffey Cassidy). Así empezamos a tener una idea de cómo es ella: amable, tímida, con un talento moderado para la música. Además, siempre aparece en compañía de su hermana mayor Eleanor (Stacy Martin).

La siguiente secuencia, la más intensa y violenta de toda la cinta, nos muestra cómo se perdió la inocencia infantil. En un atentado que recuerda al de Columbine, la clase de Celeste es asesinada por un joven armado. Sólo ella sobrevive. Una herida en el cuello es la única consecuencia del ataque.

El arte como medio para sobrevivir

Después del atentado, Celeste canta una canción de su autoría en un evento televisado para conmemorar a las víctimas. Ella aún está delicada, pero su canción muestra su fortaleza y sinceridad al respecto. El tema, obviamente, se convierte en un éxito.

A partir de aquí, Vox Lux nos muestra el camino que la callada chica tiene que pasar para aprovechar el momento y convertir su imagen en la de la chica pop del momento. En ese viaje, estará acompañada de su manager (Jude Law) y una publicista (Jennifer Ehle), quienes al parecer tendrán las mejores intenciones con ella.

Es hasta después de la primera mitad de la cinta que podemos ver a Natalie Portman como la Celeste adulta y con una carrera hecha, pero tambaleante, pues la violencia vuelve a hacerse presente: en una playa de Croacia unos terroristas han cometido asesinatos usando indumentaria de uno de sus videos más populares. Ella deberá hacer cara a esto frente a la prensa, sin importar que su estabilidad emocional no atraviese el mejor momento.

“No quiero que la gente piense mucho. Solo quiero que se sientan bien.”

Ésta es una de las frases de Celeste durante la película. La recalco porque creo que la define muy bien. Ella se convierte en la cara de una generación, pero no por los motivos que hubiera querido. Nosotros somos testigos de a dónde la lleva esa necesidad de sólo sentirse bien, la acompañamos en ese gran cambio entre la adolescente ingenua y la adulta llena de ira.

Esa transformación es lo que mantiene la película, y tanto Portman como Cassidy hacen unas grandes actuaciones. Si bien ambas lucen como cualquier popstar que puedas nombrar, no esperes encontrar a la heroína que se reivindica y quiere cambiar. Esta “biografía” musical no tiene el factor feel good de sus compañeras Bohemian Rhapsody (Bryan Singer, 2018) o A Star is Born (Bradley Cooper, 2018).

Me parece obvio que Brady Corbet usa esta cinta como vehículo para hablar de la violencia y de los efectos de la fama, pero su estrategia no se siente aleccionadora ni moralista. Al contrario, permite que el espectador tome sus propias decisiones. Porque al final, la cinta deja más preguntas que las respuestas que ofrece.

Vox lux cuenta con una trama sin un gran plot twist, pero con actuaciones sobresalientes. Es una cinta ideal para quienes gustan de ver propuestas distintas a las de las grandes producciones. Sin duda saldrás de la sala con ganas de analizar lo que acabas de ver.

Además, Natalie Portman bailando y cantando en el escenario como diva de la música pop es algo que no te puedes perder.