Garfield 2024: ¿Cómo se construye un buen doblaje?

Garfield, el mundialmente famoso gato que odia los lunes y ama las lasañas, estará de regreso en las salas de cine con una próxima cinta animada que contará la historia del protagonista encontrándose con su padre perdido, el gato callejero desaliñado Vic. Lo que lo llevará a emprender una nueva peligrosa aventura junto a su amigo canino Odie

Garfield: Fuera de Casa contará con un increíble elenco de doblaje conformado de por Memo Villegas (Garfield), Regina Orozco (Jinx), Joaquin Cosio (Otto), Sandro Larenas (Vic), así como Slovotzky (Roland) y Ricardo Pérez (Noland) de la Cotorrisa. 

En Fuera de Foco tuvimos la oportunidad de platicar con el talento de doblaje, quiénes nos hablaron cómo es la construcción de un buen doblaje.

Garfield
Copyright © Sony Pictures.

¿Cómo ha evolucionado el doblaje de Garfield?

Sandro Larenas es un actor que dio vida a Garfield desde la icónica serie de los 90, pero para esta película abandonó el papel titular para mejor interpretar a Vic, el padre del gato naranja. “Garfield tiene una voz muy particular” comentó. “tiene una cadencia especial y cuando empecé a interpretarlo me inspiraba en bostezos y tonos irónicos para darle esa sensación, pero mi voz ha evolucionado mucho y ya no le queda”. Sin embargo, quedó encantado con el resultado de Memo Villegas, quien tomó la batuta para esta cinta.

Memo Villegas es uno de los actores mexicanos más importantes de la actualidad al participar en proyectos sobresalientes como Narcos: México, en 2018; y La bandida, en 2019. Sin embargo, su popularidad se disparó gracias a un sketch que realizó para la serie Backdoor, en el que interpretó a un policía que termina drogándose con cocaína al confundirla con harina; dicha personificación se viralizó en redes sociales y, años después, se creó una serie del personaje para Prime Video titulada El Harina. 

El actor también ha personificando al político mexicano, Luis Miranda Nava, en la miniserie Historia de un crimen: La búsqueda, así como en otros proyectos como El último vagón, La gran seducción, Ojitos de Huevo,  Nada que ver y Sobreviviendo Mis XV. Sin embargo, en Garfield: Fuera de Casa, será la primera vez que Villegas se enfrente al doblaje, pero está seguro que si lo eligieron, es porque confían en su talento. 

“La directora es la profesional, ella sabe porque te eligió, más allá de tu voz, conoce tu trabajo como actor. Yo creo que la gente que te selecciona para este tipo de personajes, supongo que ya tiene perfectamente estudiado cómo será su estrategia para sacar lo mejor de ti. Yo propongo algo que creo es lo correcto pero, sobre todo en este medio, dejo que los profesionales me guíen totalmente”. 

Memo Villegas

Según Sandro Larenas, estas oportunidades son importantes, ya que no sólo hay más artistas haciendo doblaje, también más escuelas dedicadas a la profesión. “Para hacer un buen doblaje tienes que entender al personaje, entender sus sentimientos, interiorizarlos y luego transmitirlos en pantalla. Para mi, la evolución de este arte me parece fascinante porque poco a poco se abren más espacios serios para desarrollar esta profesión”.

Aún así, el actor admite que interpretar a Garfield no fue un proceso fácil y pidió el consejo de algunos de sus colegas que ya han tenido la oportunidad de incursionar en el doblaje. “Es divertidísimo y también complicado, cansado, exigente, interesante”, agregó el actor “Me lleve una clase de dieciocho horas de actuación, de voz, hasta de canto. Todo esto siento que es oro puro para uno como actor, todas estas lecciones, en los varios lenguajes qué hay, teatro o cine, lo que sea es ganar”.

No sólo a Villegas le pareció un reto. Joaquín Cosío, quien interpreta a uno de los villanos de la cinta se sorprendió por lo difícil que es realizar un buen doblaje. “Hay muchos matices que uno como actor piensa que tiene dominado, pero haciendo esta película me di cuenta de que me falla la dicción, me comía las s y las r, y era a través de la gran dirección que tuvimos que yo aprendí cómo corregir el rumbo”.

Garfield
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¿Por qué Garfield no pasa de moda?

Garfield es uno de los personajes animados más famosos de todos los tiempos que ha protagonizado películas animadas, live action, libros, videojuegos e innumerables líneas de juguetes a su nombre desde la década de los 90. Sin embargo, jamás ha pasado de moda y, en la actualidad, continúa conquistando a nuevas generaciones gracias a su particular personalidad.

De igual manera Memo Villegas, considera que Garfield ha sido tan exitoso a nivel mundial debido a que, a pesar de aparentemente estar construido de manera simple, en realidad es un personaje muy complejo que no precisamente lo quieres de amigo. “Te identificas con él pero si fuera una persona real no lo quisieras cerca de ti, no es buena persona, es ventajoso, hasta manipulador, tenerlo de roomie sería una pesadilla”. 

No obstante, es esta personalidad tóxica la que provoca que sea un personaje animado completamente diferente a otros. “Eso es lo mismo que hace que te identifiques con él y es lo mismo que te enamora, siento que esos personajes son entrañables”, añadió el actor. Y en Garfield: Fuera de Casa, veremos una nueva parte de sus orígenes al encontrarse con su padre. “Es una película de aventura y de acción a tope, hay trenes, drones, tanta acción que llega a ser un héroe”.

Y para Regina Orozco, “estas historias son universales porque son muy divertidas. Las personalidades son encantadoras y las situaciones se quedan siempre en tu corazón”.

Garfield
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Harina: ¿Qué tiene de especial la temporada 2?

La segunda temporada de Harina seguirá contando los excesos el Teniente (Memo Villegas), que ahora liderará con su estatus de celebridad mientras intenta recuperar a su hija Isabel que se fue a vivir a Estados Unidos con su madre y padrastro. A diferencia de la primera temporada, su hija ahora está consciente sobre que su fama proviene del abuso de las drogas, de manera que ya no lo mira con ojos de admiración. 

Por otro lado, Ramírez (Verónica Bravo) quien fue ascendida de puesto, seguirá cada vez más dedicada y enfocada en su carrera, pero la vida de los dos policías más famosos de México dará un giro inesperado al tener que investigar el misterio de una nueva droga que poco a poco revelará una conexión inesperada e intrigante con el oscuro pasado de Ramirez en Puebla.

En Fuera de Foco tuvimos la oportunidad de platicar con sus protagonistas Memo Villegas, Verónica Bravo, así como su creador y director Salvador Espinosa, quienes nos revelaron las razones por las cuales la serie se ha popularizado tanto en el streaming y qué podemos esperar de esta segunda temporada.

Harina
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¿Qué hace especial a la segunda temporada de Harina?

Luego de subir de un pequeño sketch titulado El Harina en 2019, Salvador Espinosa, jamás imaginó que alcanzaría los 56 millones de reproducciones en Youtube y, mucho menos, que meses después estaría filmando una serie de televisión que, gracias a su éxito, ya logró dos temporadas. 

Sin embargo, a diferencia de la primera, Espinosa platicó que ahora él y los guionistas querían adentrarse más en los dolores de los personajes y fortalecer la trama policiaca sin perder el toque de la comedia. “Nos gusta tomar riesgos empezando a mezclar todavía un poco más los géneros y solito hace que los personajes se vuelvan más complejos”.  Si bien el creador señaló que Harina no intenta ser un retrato policiaco exacto de México porque “no estamos preparados para eso”, la temporada intenta mostrar cada vez más los conflictos a los que se enfrentan los personajes policías. 

La serie también continuará evolucionando a sus personajes principales, quienes ahora tienen problemas mucho más complejos y, en especial, conoceremos el pasado secreto de Ramírez, así como la amistad que tiene con el Teniente. “Siento que logran amarrar esos lazos de colegas y amistad que tienen, que también es bonito ver personajes tan diferentes que al final se terminan entendiendo”, agregó Verónica Bravo.

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El Harina y Ramírez se volverán más cercanos 

Harina también continuará desarrollando la relación entre ambos protagonistas, quienes se encuentran en una nueva etapa de su vida y juntos tratarán de resolver los problemas delictivos que enfrentan en Puebla. “Lo interesante de la serie es ver lo qué pasa personalmente con los personajes, no solo lo que les pasa en sus vidas sino su relación como pareja policial es muy atractiva y es lo qué hay la segunda temporada sigue alimentando su relación”, añadió Villegas. 

Mientras que Ramirez comenzará a experimentar burlas de parte de sus compañeros masculinos por su nuevo puesto de trabajo. Sin embargo, la actriz destacó que su personaje ha demostrado ser mucho más fuerte para enfrentar las adversidades que le pongan en su camino para lograr su objetivo. “Toda su infancia y en la escuela nunca fue la niña querida, siempre la odiaban porque los acusaba de todo y nunca tuvo un grupo al cual pertenecía”, explicó Bravo. “Pero creo que eso no es lo que la va a romper, se necesitan armas más fuertes para romperla”.

Por su parte, Memo Villegas agregó que, al igual que su compañera, Harina buscará ser mejor persona y mejorar para que su hija pueda aceptarlo. “Es natural con el crecimiento de los hijos supongo”, explicó el actor. “Hay un teniente con la lucha de ser mejor pero ahora la hija es más grande y la hija se decepciona”.

Puedes encontrar todos los episodios de la segunda temporada de Harina en Prime Video

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Nada Que Ver: Una comedia fresca, con un romance cliché

Nada Que Ver es la más reciente comedia romántica de Videocine, la cual sigue la historia de Carlos (Memo Villegas), un cuidador irresponsable que es contratado para asistir a una paciente ciega y millonaria (Fiona Palomo), y cuya relación se va complicando conforme llegan a conocerse más.

En sí, la premisa de Nada Que Ver es relativamente sencilla y bastante lineal, por lo que aunque no propone absolutamente nada nuevo, sí tiene grandes momentos de lucidez donde la comedia, y en especial el trabajo de sus protagonistas, salvan a un romance que de otra manera, sería bastante cliché y predecible.

Imagen: Videocine

Memo Villegas salva el día

Como mencionamos anteriormente, Nada Que Ver es una historia bastante común. Sin embargo, su más grande acierto es atreverse a jugar con su protagonista y darle suficiente libertad a su actor principal para que por primera vez en el género, los personajes se sientan reales, cercanos y empáticos.

Memo Villegas da vida a Carlos, un enfermero que desertó de la carrera de Medicina luego de la muerte de sus padres, y cuyo nulo sentido de la responsabilidad le ha llevado a perder varios empleos, endeudarse con tarjetas de crédito y préstamos que intenta compensar con la suerte en aplicaciones de casinos. Es además responsable de su hermana menor, por quien dejó la carrera en primer lugar.

Aunque la estructura externa de Carlos es el clásico “pobre pero feliz”, Memo Villegas logra imprimir un gran carisma al personaje, el cual termina volviéndose el principal —y quizá único— hilo conductor de los momentos de comedia, haciendo a cada escena sumamente divertida con ocurrencias que vienen de la improvisación y el espacio que su directora da a los actores para hacer lo que quieran.

A diferencia de otros comediantes que se suman al cine mexicano, Villegas conserva magníficamente ese tono y estilo por el que ha sido aplaudido en el escenario y producciones del género, adueñándose casi por completo de la historia y logrando que a lo largo de la cinta, su audiencia busque más de él.

Eso por supuesto, sin dejar de lado a Fiona Palomo, quien hace su debut en cines con esta película y la cual, a pesar de encontrarse también en un personaje dibujado a través de clichés —la niña rica y malcriada que pierde la vista—, también imprime una gran humanidad en Paola y le da un poco más de profundidad, logrando que el público empatice con su situación y añore que pueda volver a ver.

Imagen: Videocine

Muy cerca de lograrlo

Nada Que Ver es una cinta bastante aceptable, pero hasta ahí. Y es que en realidad, su problema no está en la historia o lo predecible del camino por el que lleva a su público, sino a un montón de decisiones técnicas que más que verse interesantes, confunden a su audiencia por el descuido con el que son manejadas.

En términos estrictos de edición, Nada Que Ver tiene un ritmo demasiado extraño, con saltos de tiempo no explicados, situaciones a las que nunca se les da continuidad y transiciones que no cumplen propósito alguno.

Entre disoluciones en negro, idas y venidas, y cortes mal establecidos, Nada Que Ver pierde mucho al querer extenderse en el planteamiento de la relación de sus personajes, para empezar a empujarlos hacia el romance de una forma demasiado precipitada y determinar su separación en el tercer acto con otras decisiones de tiempo mal manejadas.

Varias de las resoluciones se sienten fortuitas y como por arte de magia, lo que quiebra la evolución de una historia que sin duda, tenía mejores vías para explorar.

Al mismo tiempo, entabla tantas problemáticas en su inicio, desarrollo e incluso, en el desenlace de la cinta, que varios de ellos no son siquiera abordados otra vez y pasan a segundo plano, además de provenir —como sus soluciones— de la nada.

De a ratos, Nada Que Ver llega a sentirse más como una telenovela a la que no le aprobaron una gran cantidad de episodios y se vio obligada a recortar todo para entrar en hora y media de película.

Curiosamente, tampoco aprovecha tan bien su locación, pues llevando la historia a Guadalajara, Jalisco, no traduce nada de la identidad tapatía, y los momentos en los que pretende hacerlo son muy mal abordados.

Nada Que Ver es una oportunidad para acercarse por primera vez al potencial que tanto Memo Villegas como Fiona Palomo tienen para el futuro del cine y la televisión nacional, a través de una historia que logra sobrevivir gracias a la comedia y carisma de sus protagonistas. Es divertida y está especialmente diseñada para pasar un buen rato, pero fuera de ello, no tiene mucho más para ofrecer.

¡Memo Villegas sufrió violencia en película Mexicana!

Memo Villegas narró la mala experiencia que vivió al filmar Rabioso Sol.

Actualmente Memo Villegas es conocido en todo México por dar vida al Teniente Harinas, sin embargo sus inicios en el mundo de la actuación no fueron nada sencillos, tal y como reveló el afamado histrión en una entrevista realizada durante el programa Ñam Ñam Extravaganza, donde mencionó que tuvo una mala experiencia filmado su primer largometraje Rabioso Sol, una cinta de Julián Hernández:

“Fue una experiencia dura, un poco traumática y difícil, pero no me arrepiento porque siento que si no la hubiera hecho no estaría donde estoy ahora”.

No estaba cómodo

En el ya mencionado largometraje Memo Villegas da vida a Ryo, un joven que forma parte de un triángulo amoroso con otros dos jóvenes llamados Kieri (Jorge Becerra) y Tari (Javier Oliván), y al respecto del rodaje de esta historia Memo detalló los factores que le hicieron vivir una mala experiencia, el primero tuvo que ver con las escenas de desnudo:

“Me dijeron que era una película de un director de cine con temática gay, mucho desnudo y contacto sexual de ficción, en su momento dije que no tenía problemas porque es actuar ¿no? Pero ya estando allí la cosa fue distinta (…) Tenía 19 años y con el tiempo me di cuenta que fui víctima de varios agandalles (…) A mi me encueraron y me juzgaban por no estar cómodo desnudo, me acuerdo de comentarios como ‘No le hagas tanto a la mamada'”.

Sumado a lo anterior, el afamado histrión develó que algunas personas también se burlaban de su imagen corporal: “En el comedor hacían diversos comentarios sobre mi cuerpo tipo ‘Ya no comas'”, y confesó que todo esto le causó problemas personales:

“Creces con un problema en el que te dices: ‘Claro, soy bien pendejo, ¿cómo me va afectar estar desnudo frente a un crew? ¿Qué no se supone que soy actor?’ Y no, la desnudez son fibras delicadas, a mí me afectó un rato en mi vida personal y de pareja, y me di cuenta hasta después”.

Memo Villegas

Hay más opciones

Dicho esto, Memo Villegas confesó que años más tarde y en otro proyecto, una directora le dio un libro de escenas de sexo que marcaba los limites que tenían que respetar todos/as los/as involucrados/as:

“Muchos años después de me enteré de un libro de escenas de sexo, la directora con la que iba a trabajar fue muy cuidadosa y me dijo que lo revisáramos juntos porque tendría escenas así, y quería que supiéramos hasta donde ella podía meterse y los limites que ponen los/as artistas, esto en el aspecto de lo que no te gusta que te toquen o vean. Fue muy bonito, me conmovió al grado que empecé a llorar y le dije: ‘No manches, hace 14 años me hubieras dicho esto”.

Referente a este tema, el afamado histrión mencionó que parece que en la industria cinematográfica los/as artistas sólo tienen dos opciones en torno a una escena de desnudo:

“O renuncias o te desnudas, pero no hay medias tintas, no puedes decir que no te quieres desnudar, enseñar o que te toquen. Y yo aprendí que cada ser humano merece sus condiciones, no por ser actor te vas a desnudar en el set, tengo mis pudores y cosas. Y como hombre imagino que mis compañeras lo han de vivir más denso”.

Memo Villegas

Se aprovecharon de su juventud

A pesar de lo anterior, Memo Villegas admitió que no ha vuelto a tener una experiencia así en su carrera, sin embargo menciona que en ese momento “hubo violencia pasiva o no sé como decirlo”, y declaró que las personas del filme en cuestión se aprovecharon de su juventud:

“Luego empiezas a entender: ‘Claro, a lo mejor por eso van a hacer casting a escuelas como Bellas Artes’, para agarrar a alguien muy moldeable, que regale horas extras (…) Yo estaba en una especie de síndrome de Estocolmo, quería que el director y productor me validaran. Yo pensaba: ‘Estoy incómodo, pero si tu dices que lo estoy haciendo bien entonces lo estoy haciendo bien'”.

Finalmente Memo Villegas confesó que se le “chamaqueó bastante en cuanto al sueldo de sus horas de llamado“, sin embargo esto le enseñó a no regalar su trabajo:

“Me enseñó a pelear mis derechos y a cobrar, conozco a muchos actores que tienen miedo de pedir más dinero porque piensan que perderán el trabajo. Yo después de esta experiencia dije: ‘Yo no vuelvo a firmar una carta donde diga que estoy cediendo expresamente mis horas extras, porque pasó, yo ni siquiera sabía lo que eso significaba, y después te das cuenta y dices: ¡Ah, en cine se tiene que cobrar el tiple después de la segunda hora extra'”.

Memo Villegas
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