Taylor Swift: ¡Su nueva controversia explicada!

En este artículo:

  • Un hombre acusó Scott Swift, padre de Taylor Swift, de haberlo golpeado físicamente durante un altercado.
  • Sin embargo, tiempo después se reveló que el hombre en realidad era un paparazzi que intentó colarse agresivamente en una fiesta privada.
  • Representantes de Taylor Swift ya salieron a aclarar el atentado y tomarán acciones legales. Mientras los/as fans expresan su apoyo a la cantante y su familia.

Taylor Swift realizó una serie de conciertos de su Eras Tour en el Accor Stadium de Sydney, Australia el pasado fin de semana con bastante éxito. Sin embargo, un noticiero local de la región reportó que un fotógrafo acusó al padre de la cantante, Scott Swift, de agredirlo físicamente. 

De acuerdo con sus declaraciones, Taylor Swift, su familia y amigos/as tuvieron una fiesta privada después de sus conciertos en un súper yate de lujo en donde un paparazzi trató de fotografiar el momento. Supuestamente, fue golpeado por el padre de la cantante.

Al respecto, el equipo de la famosa ya respondió al altercado y la policía ha iniciado una investigación. A continuación te explicamos los detalles.

Taylor Swift
IMAGEN: RICK DIAMOND | GETTY IMAGES 

Equipo de Taylor Swift explica la pelea

La Policía de Nueva Gales del Sur confirmó que las autoridades están investigando un presunto altercado en la costa norte de Sidney que sucedió en las primeras horas del martes 27 de febrero, aunque se negaron a identificar a las partes involucradas. “Se ha informado a la policía que un hombre de 71 años supuestamente agredió a un hombre de 51 en Neutral Bay Wharf alrededor de las 2.30 a.m. antes de abandonar el lugar”, dijeron en un comunicado. “El hombre más joven denunció el incidente y los agentes adscritos al Comando del Área de Policía de North Shore están realizando investigaciones. El hombre no requirió tratamiento médico”.

Por su parte, un portavoz de Taylor Swift le dijo a EW que el incidente se suscitó cuando dos individuos “se abrieron paso agresivamente” hacia la cantante y “agarraron a su personal de seguridad”, además de amenazar con arrojarlos al agua, lo que provocó la preocupación de Scott Swift. 

Más tarde, el Daily Mail añadió que el fotógrafo que presentó la denuncia formal contra el padre de Taylor Swift es Ben McDonald, quien le dijo al medio que Scott se arrojó contra él después de bajarse de un barco. “Ella se bajó del barco, caminó hacia los guardias de seguridad que nos empujaban paraguas a la cara y luego él lo agredió”

McDonald señaló que, en un principio, pensó que Scott Swift era un guardia de seguridad pero se sorprendió cuando se dio cuenta que era el propio padre de la cantante y decidió emitir una denuncia en su contra. Sin embargo, por el momento no se tiene mayores detalles de la investigación.

Taylor Swift
IMAGEN:DON ARNOLD | TAS24 | GETTY IMAGES

fans de Taylor Swift se posicionan a favor de su padre

Los padres de Taylor Swift, Andrea y Scott, siempre han sido muy cercanos a la cantante y a menudo la acompañan en sus compromisos de trabajo. Pero, ha sido su padre quien no ha faltado a prácticamente a ningún concierto y se ha convertido en una pilar en la enorme para la gira mundial de su hija.

En algunos videos que compartieron los/as fanáticos/as durante sus últimos shows en Australia, se puede ver a Scott repartiendo plumas de guitarra y sándwiches, de manera que algunos han sugerido que su comportamiento en el yate definitivamente fue para defender a su hija y no porque fuera una persona agresiva. 

Otros fans compartieron un video el cual supuestamente podría ser el que generó la demanda, aunque esta información no ha sido confirmada. Sin embargo, en la grabación solo se puede observar al padre hacer la Britney señal y no agredir a nadie. “Scott Swift protegiendo a su hija de los paparazzi.¡Impactante! En esta casa apoyamos a Scott Swift”.

Scott y Andrea Swift siempre han sido los mayores admiradores de su hija desde su nacimiento, alimentando su talento y pasión desde una edad muy temprana mientras se esforzaban por mantener alejada de ella las presiones de la fama y defenderla de los paparazzis.

Taylor Swift
IMAGEN: JORDAN STRAUSS | INVISION | AP

¡Estrella de Wednesday es acusado de agresión sexual!

Diversas víctimas en redes sociales denunciaron a Percy Hynes White, estrella de Wednesday, de acoso y abuso sexual

La estrella de Wednesday, Percy Hynes White, saltó a la fama por interpretar a Xavier Thorpe, uno de los compañeros de clase de Merlina que pronto se convierte en su interés amoroso y uno de los principales sospechosos en el misterio central de la serie. Pero ahora, varias mujeres han publicado en redes sociales que fueron víctimas de agresiones sexuales por parte del actor cuando estudiaban la escuela secundaria en Toronto, Canadá.

De acuerdo por lo dicho por las jóvenes, Percy y un grupo de amigos manipulaban a menores de edad para enviarles fotos íntimas y mantener relaciones sexuales. Sin embargo, hasta el momento el actor no se ha pronunciado al respecto y solo desactivó los comentarios de sus redes sociales. Por ahora, la producción de Wednesday o el equipo de Netflix tampoco ha comentado al respecto.

Wednesday
Copyright @ Netflix

¿De qué acusan al protagonista de Wednesday?

Una de las primeras acusaciones surgieron del usuario de Twitter @milkievich, quien publicó un hilo para explicar que el grupo de amigos de Percy White organizaba fiestas en las que “invitaban explícitamente a mujeres (…) para emborracharlas y tener sexo con ellas”. 

En una de dichas fiestas, supuestamente White “le agredió” cuando “estaba demasiado borracha”. También afirmó que tenía “acusaciones de violación en su contra”, pero no dio detalles más específicos sobre quién había hecho las denuncias o cuándo se hicieron. Asimismo, mencionó que White “presionó y agredió a varios de [sus] amigas y compartió fotos de ellas desnudas sin su consentimiento”. También acusa al actor de Wednesday de insultarlas y amedrentarlas.

Luego de que el hilo se hiciera viral, otra chica comentó que intentó denunciar un incidente a la policía, pero no le tomaron declaración. “Saber lo que nos ha hecho a mí ya otras mujeres es repugnante”, tuiteó una persona bajo el nombre de Karis Bishop-Clarke  (@karissbs). Mientras que  otra mujer llamada Desirée  (@desireecameron) agregó: “Dejó que me violaran en su sótano, y cuando me llamó al respecto, estaba más preocupado por la policía que por si yo estaba bien”. 

Otra cuenta con el nombre de Joshua ( @SfmJoshua ) afirmó que las fiestas eran reales y dijo que sus novias anteriores habían hablado de ellas en el pasado. “He estado cerca de él y sus amigos mientras crecía y varias novias me han dicho las cosas horribles que les harían”, escribió. “También iba a algunas de sus fiestas y veía a algunas chicas subiendo las escaleras… Una vez arriba, ocasionalmente cerraban las puertas. Fue solo hasta la semana siguiente que escucharía las historias…”.

Wednesday
Copyright @ Netflix

Piden despedirlo de la serie de Netflix  

Luego de las primera acusaciones, diferentes usuarias que fueron compañeras de secundaria de Percy Hynes White, comenzaron a confirmar los abusos bajo el hashtag #cancelpercy, lo que atrajo mucha atención y comenzó a hacerse viral en TikTok. Además, los internautas comenzaron a notar que el actor, antes de ser famoso, compartía videos agresivos en redes sociales con mensajes racistas.

Algunos fans de Jenna Ortega también comenzaron a alertar sobre el comportamiento de Percy Hynes White durante la ceremonia de los Globos de Oro en donde se le vio al actor tocando a la actriz de forma inapropiada. Sin embargo, por el momento, ningún miembro del elenco  se han pronunciado al respecto.

Wednesday
Foto: Getty Images

¿Qué opinan cinéfilas y cinéfilos? ¿Creen que la producción de Wednesday sufra por estas acusaciones?

¿Cómo impactará el caso de abuso en Videocine a la industria mexicana?

Videocine responde a acusaciones de abuso sexual por parte de uno de sus productores, afirman que ya se han tomado acciones.

Videocine, una de las productoras cinematográficas más importantes de México, se ha visto recientemente bajo la mira tras acusaciones de abuso sexual realizadas por varias actrices hacia uno de sus principales ejecutivos: Jorge “Coco” Levy. 

Si bien ocho víctimas habían hecho públicas sus denuncias a través de redes sociales, entrevistas y dos de ellas procediendo de forma legal, las acciones tomadas en contra de las acciones de Levy no habían sido reveladas por Videocine hasta ahora, tras la presión de más de 500 artistas e integrantes del medio cinematográfico. 

A través de un comunicado por medio de la cuenta @GirlsAtFilm la petición es encabezada por actrices como Regina Blandón, Karla Souza, Aislinn Derbez, Fernanda del Castillo, así como cineastas y personalidades del gremio entre las que se encuentran Alejandra Márquez, Catalina Aguilar y la diseñadora de producción Bárbara Enriquez.

Te explicamos el caso y su importancia para la industria del cine mexicano.

Una crisis que crece exponencialmente

México es uno de los países donde más se suscitan casos de abuso sexual y violencia de género. Tan sólo en el primer trimestre de 2022, el país registró la alarmante cifra histórica de 2 mil 287 presuntos delitos de violación. Este número sólo representa los casos reportados a las autoridades, pero investigaciones hechas por organizaciones como México Evalúa han reportado que el 98.6% de los casos de violencia sexual no se denuncian y solamente 5% de las denuncias terminan en sentencia. Así que podemos decir que el problema es mucho más grande de lo que nos dicen las estadísticas oficiales.

Son varios los ámbitos, industrias, empresas y conductas sociales donde la violencia de género permanece latente. El cine mexicano no es la excepción.

Años después al movimiento #MeToo, cuyo impacto se reflejó en más de una rama laboral en el país y dio visibilidad a un centenar de experiencias, los casos de abuso sexual y abuso de poder en el medio siguen saliendo a la luz. Este año, se tiene conocimiento de al menos tres eventos: la destitución del director del Centro de Capacitación Cinematográfica, el caso de Luis Llano, y de manera más reciente, la lluvia de denuncias a Jorge Levy.

Videocine

La investigación contra Levy.

El 28 de junio de 2022, la actriz Danna Ponce denunció penalmente a Jorge Levy, quien durante años se encontró a la cabeza del departamento de producción de la productora y distribuidora Videocine, aliada de Televisa. 

A este reporte —inicialmente negado por Levy— se sumaron otros siete, donde más actrices contaron haber sido abusadas sexualmente y manipuladas por el productor, exigiendo a Videocine y las autoridades correspondientes tomar acciones pertinentes.

En la tarde del 15 de Julio, y tras el comunicado expedido por miembros de la industria que pedía a Videocine finalizar el pacto patriarcal, la distribuidora se pronunció al respecto. Como principal punto, Videocine afirmó estar al tanto de los casos, además de haber finalizado su relación laboral con Levy.

El caso procede ya con la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, donde se dará seguimiento a las denuncias de las víctimas, además de emprenderse una investigación a profundidad dentro del estudio. 

Asimismo, Videocine agregó que no habían hecho público el caso hasta entonces por protocolos de la investigación, en respuesta al comunicado donde se demanda “al silencio como sinónimo de complicidad.”

¿Cómo impacta a la industria en México?

Aunque Videocine es la distribuidora de mayor impacto económico dentro de territorio nacional, el problema no termina allí.

El comunicado llama a ejecutivos y directores de las diferentes ramas de la industria cinematográfica a cesar las actividades violentas dentro del gremio, exigiendo que las conductas machistas dejen de perpetuarse, así como la condonación del abuso y el caso en oficinas y foros.

Extiende también la petición a presentadores/as de televisión, demandando que no se apoye más a los agresores y se termine con la revictimización de las víctimas con el fin de explotarles por el bien del rating.

Inicialmente en solidaridad con las víctimas de Levy, el elenco detrás de las dos producciones Videocine en fila para llegar a salas mexicanas: Mirreyes vs Godínez 2 y Enfermo Amor, habían decidido no presentarse durante la gira de promoción de las mismas, añadiendo que “acudir a un evento que produce una empresa que elige el silencio es perpetuar la violencia machista”.

En términos monetarios, si bien el cine mexicano ha encontrado más aristas a través de las cuáles desenvolverse en los últimos años, Videocine permanece como una de las empresas más importantes del medio, al reportar que al menos 21 de las 30 producciones más taquilleras de origen nacional pertenecen a su portafolio. 

Además, en 2021 los ingresos generados por Videocine superaron a aquellos que Zima, Corazón Films y Cinépolis Distribución habían obtenido, marcando el liderazgo en el mercado mexicano.

Por el momento, el impacto que la investigación tendrá sobre la productora queda en especulaciones, aunque se espera que la evaluación se extienda hasta el brazo empresarial de Televisa. Se desconoce si las futuras producciones de la distribuidora se pondrán en pausa ante los cambios, pero de ser así, podría esperarse un golpe significativo en los ingresos de la compañía y del cine nacional. 

En lo que a los casos de abuso sexual en la industria respecta, se espera que el llamado influya en más estudios y productoras, invitándolos a dar atención a las denuncias de sus integrantes y proceder con el fin de mejorar el ambiente laboral para todos y todas.

Videocine

¿Qué opinan cinéfilas y cinéfilos?

¡YosStop sale de prisión!

La youtuber YosStop salió de prisión después de llegar a un acuerdo con Ainara Suárez. 

En marzo del 2021, Yoseline Hoffman fue denunciada por Ainara Suárez tras difundir un video en su canal en Youtube con 5.6 millones de suscriptores llamado YosStop, en el cual se mostró una filmación donde la denunciante -en aquel entonces de 16 años- es abusada sexualmente por un grupo de hombres en una fiesta de mayo del 2018, y donde la influencer califica a Ainara con insultos como “puta” y “prostituta pendeja”, lo que comenzó una serie de ataques y amenazas contra Suárez en redes sociales.

Tras la denuncia, las autoridades de la Ciudad de México detuvieron a Yoseline Hoffman y en junio del 2021 la ingresaron al penal de Santa Martha Acatitla, lugar que abandonó la noche del 30 de noviembre del 2021, esto después de llegar a un acuerdo reparatorio con la víctima, el cual según la Fiscalía de la Ciudad de México (vía El País) consiste en:

“El otorgamiento de diversos bienes materiales, el pago de una cantidad económica, no contactar a la víctima, una disculpa pública, así como no expresarse de forma deningrante, insultante y humillante hacia cualquier persona. Asimismo deberá publicar un video cada mes en el que comparta el contenido de los cursos a los que asistirá para capacitarse en el tema de víctimas, así como donar 5% de sus ingresos a asociaciones o colectivos”.

YosStop

Sanciones contra los implicados

Tras esto, la Fiscalía de la Ciudad de México ha informado que se autorizó por tres años la suspensión condicional del proceso en contra de Yoseline Hoffman, y detalló que un juez del Ministerio Público de la Subprocuraduría de Procesos solicitó la reclasificación del delito de pornografía infantil a discriminación, el cual no amerita prisión. 

Cabe destacar que el acuerdo reparatorio entre los abogados de Ainara SuárezYosStop, se da una semana después de que uno de los adolescentes implicados en la violación grupal admitiera su participación en la misma, y se le fijará una pena de dos años, dos meses y 22 meses de libertad asistida. Etapa en la cual el implicado también deberá pagar a la víctima con una cantidad económica, además de tomar terapia psicológica y cursos de “nueva masculinidad”.

Tras la liberación de YosStop y la setencia a uno de los implicados, aún queda en internamiento otro de los hombres que participó en el ataque sexual contra Ainara Suárez, el cual fue detenido en septiembre del 2021. 

¿Qué dijeron ambas partes?

Yoseline Hoffman declaró a los medios que se encontraba “muy feliz” por su libertad, además de “agredecida con todos los que me apoyaron”, mientras que en las redes sociales de Ainara Suárez, sus abogados publicaron un comunicado en donde confirman el acuerdo con la youtuber:  

“Confirmamos la noticia de que, conforme a lo planeado y trabajado desde hace muchos meses, y por así haberlo decidido Ainara, se logró la aprobación de una suspensión condicional del proceso en el caso de Yoseline H”. 

YosStop
Cinéfilas y cinéfilos, ¿Qué opinan?

Cultura de la Cancelación: ¿Justicia o Exageración?

Hace varios días encontré en twitter que un crítico de cine mexicano, Ernesto Diezmartinez, había comenzado a publicar hilos diarios sobre directores “clásicos” de cine que teníamos que cancelar con sus “obras maestras”, debido a actitudes y comportamientos racistas, misóginos o fascistas que habían tenido durante su vida. En el primer tweet hacía un llamado a la coherencia y a que, si había que moralizarnos, nos moralizáramos con radicalidad. La lista se ha ido nutriendo al paso de los días con nombres como Griffith, Fassbinder, Mizoguchi, Pabst o el “Indio” Fernández.

En redes sociales, publicaciones semejantes aparecieron después de que la editorial francesa Hachette anunciara que ya no publicaría las memorias de Woody Allen. El tono de muchos de estos tweets fue claramente irónico, pero eso no disminuye su negligencia. Por el contrario, al ridiculizar la “cultura de la cancelación”, se arremete y pone en cuestión —¿involuntariamente?— todo un movimiento que busca no sólo alentar las denuncias de abuso y violación dentro de la industria cultural, sino resquebrajar todo el sistema de prácticas y creencias que ha servido como sombrilla de esas violencias cometidas por los hombres en contra de mujeres y de otros hombres.


No pienses en un elefante o el argumento de la pendiente resbaladiza

El lingüista y analista del discurso George Lakoff en su libro No pienses en un elefante disecciona el modo de argumentar de los políticos norteamericanos de derecha y extrae una jugosa lista de estrategias retóricas que les son características. Éstas las podemos encontrar hoy no sólo en los seguidores de Donald Trump, sino en una amplia gama de discursos reaccionarios.

Uno de esos modos de argumentación Lakoff lo bautizó como “la pendiente resbaladiza”, que consiste en que, una vez concedido el primer paso, hay que dejarse ir hasta el precipicio. Pensemos en el ejemplo de la legalización de los matrimonios homosexuales y el repelús que causa a los conservadores y pro-vida, quienes no dudan en denunciar que abrir esa puerta jurídica permitirá que en un futuro —para ellos cercanísimo— se legalicen la pederastia y la zoofilia. No hay consecución lógica entre ambos eventos (aunque para ellos la lógica es irrefutable), pero establecer una posible conexión entre ellos logra generar miedo y desmovilizar el apoyo a estas iniciativas.

Esta “falacia de tobogán” actualmente se ha revestido de ironía: la capucha favorita de los discursos reaccionarios en el siglo XXI; y, con ello, se ha revitalizado el empeño por, desde el humor, minimizar y rivalizar con reivindicaciones sociales, especialmente feministas.


Entre la cultura de la cancelación y la cultura de la denuncia

No fue el primero, pero sí el más mediático. En octubre de 2017, aparecieron las primeras acusaciones contra Kevin Spacey. Menores de edad, empleados de Netflix y numerosos actores aseguraron haber sido acosados o abusados sexualmente por el actor. No pasó mucho tiempo, ni siquiera un mes, para que Spacey perdiera todos los contratos con Netflix e incluso fuera removido de las producciones en las que estaba trabajando. Spacey ofreció disculpas, se internó en una clínica, pero nada fue suficiente para que recuperara su trabajo.

Las acusaciones de abuso sexual no han sido los únicos motivos esgrimidos para “cancelar” un actor, o escritor. Comentarios misóginos, racistas, chistes sobre pedofilia, han provocado que actores salgan del reparto de una película o que directores abandonen un rodaje a la mitad. No importa si la acusación fue de un hecho reciente o de hace 30 años, la “cancelación” se ha convertido en un fantasma que deambula por todos los pasillos buscando a quien devorar.

cancelación

Si bien es cierto, que la “cancel culture” es ahora una de las expresiones más viscerales y tiránicas del fandom, ésta ha caminado paralelamente al impulso que movimientos como #MeToo ha dado a la cultura de la denuncia.

Las violencias sexuales han sido durante muchos años silenciadas en el ámbito familiar y laboral. La revictimización provocada por las instituciones judiciales, la estigmatización social, las amenazas de represalias y la normalizada incredulidad del hombre ante la palabra de la mujer se convirtieron en poderosos silenciadores de las voces de las víctimas. Sin embargo, las redes sociales han favorecido la creación de nuevas formas de solidaridad que han empoderado a quienes padecen o padecieron alguna violencia sexual a hablar de ello y a denunciar a los perpetradores.

No sólo se trata de un ejercicio terapéutico, sino sobre todo de visibilizar en el espacio público-mediático la recurrencia de prácticas opresivas y de dominación que ha ido formando a nuestras industrias culturales y a la historia del arte en general. La cultura de la denuncia, más que cancelación, pide justicia: si no es posible ya iniciar un proceso judicial, o la reparación del daño es insuficiente, es necesario luchar por la garantía de la no repetición. Y si para ello hay que desmantelar la industria desde sus cimientos, pues no hay tiempo que perder, ni habrá estrategia que sea excesiva.


En busca de una nueva memoria fílmica o el fin de los cánones

La revisión del canon ha sido uno de los ejercicios que los movimientos feministas ha promovido con fuerza. ¿Qué hacer con la obra de directores, escritores o cantantes que hoy sabemos ejercieron múltiples violencias contra mujeres, hombres o niños, y cuyas creaciones ocupan ya varias páginas de la historia del arte?

Las respuestas no han sido unánimes y no tienen por qué serlo. Desde el mero reconocimiento de la complejidad de una persona, pasando por abrazar la “valentía de la incoherencia” (el reconocer que una obra nos gusta, aunque aborrezcamos a su autor), hasta la denuncia y renuncia voluntaria a esos autores y sus obras; no hay consenso, mucho menos imposición, sobre qué alternativa elegir.

El cuestionamiento del canon está atravesado por el rechazo de la premisa “Hay que separar la obra de su autor”. En vez de ello, lo que se quiere es indagar hasta qué punto los autores canónicos lograron posicionarse como tales y construyeron su legitimidad a costa de cometer violencias (¡delitos!) en contra de sus subordinadas y subordinados, o solapando las agresiones cometidas por otros hombres. Identificar y visibilizar estas violencias estructurales, “invisibles”, ha servido para dar cuenta de cómo muchas de estas industrias se han consolidado gracias a las complicidades y la reproducción de prácticas depredadoras.

Pienso, por ejemplo, en la parsimonia del tono que emplea el director Abbas Kiarostami para referirse a los comportamientos abusivos y acosadores de Chaplin en el rodaje de El chico. Esta reducción del acto violento a mera anécdota consolida la obra de Chaplin a expensas del dato de su “vida personal”: reproduce el canon, demerita las violencias.

Frente al canon vertical y monolítico —eminentemente masculino y autoritario—, han proliferado las memorias fílmicas situadas desde la diversidad étnica, sexogenérica o funcional, construidas, no sobre la defensa del genio, sino desde la horizontalidad, los afectos empáticos y buscando fortalecer las solidaridades/sororidades existentes. Gracias a estas nuevas miradas sobre el pasado, se han revalorizado voces de mujeres y hombres que habían quedado silenciadas y aplastadas por el discurso hegemónico de los defensores del canon.


Adiós al paradigma del genio atormentado

Además de una revuelta del canon, hay en esta revisión crítica del pasado un intento por dejar atrás la imagen romántica del artista como “genio atormentado”. Poseído por demonios, dueño de un aura poderosa, e investido por toda la imaginería religiosa: el culto, la devoción, el sacrificio; el artista de pronto se descubrió situado en una esfera aislada, y por encima, del resto de los hombres y las mujeres. Por lo tanto, tanto su vida y la vida de los demás quedaban subordinados y sometidos a su obra.

Habitante de los cielos y los infiernos, su labor vicaria lo eximía de todos sus errores y sus excentricidades. Podía tener un esclavo, encerrar a su hija en una habitación cada mañana, o participar de sangrientos rituales con animales; nada importaba siempre y cuando pariera, del encuentro con el submundo de las pasiones humanas, una obra maestra.

La vida del artista tenía que ser tan fascinante como enigmática, tan perversa como arrebatada. Su genio radicaba en esa suma de contradicciones. Mientras más patológica fuera su locura, más atrayente su obra (pensemos en todas las generaciones de “escritores malditos“, desde el simbolismo francés hasta los beatnik norteamericanos). Este modo de contar las vidas de los artistas, ¡y de vivirlas!, se popularizó a finales del siglo XIX y principios del siglo XX y, en gran medida, coadyuvó para la creación del canon contemporáneo.

El artista no sólo era fascinante, también quedaba eximido de sus pecados. No existía ningún equivalente al derecho canónico que los juzgara, de allí que la mayoría de sus actos quedaran impunes y fueran, paradójicamente, legitimados y solapados por el genio de su obra.

La cultura de la denuncia y las reivindicaciones feministas y étnicas pugnan por un cambio de paradigma en el seno de la creación artística. Dejar atrás el lenguaje vicario y sagrado de la creación como sacrificio y como tormento (creo que todos coincidimos en que una obra de arte no es producto de una intervención sobrenatural como lo pensaban los griegos o los románticos), y empezar a pensar en acciones de cuidado y autocuidado dentro del proceso creativo mismo (léase el ensayo indispensable Su cuerpo dejarán de Alejandra Eme). Remplazar el egoísmo de la inspiración por la colaboración de las escrituras colectivas, múltiples, anónimas. Acabar con la idea solitaria y onanista del autor y poner en el centro figuras y símbolos que apelen más a la colectividad y a lo común que al individuo.


Más que ridiculizar la “cancelación”, se requiere potenciar las voces disidentes y las denuncias. En vez de radicalizar el humor, es necesario radicalizar nuestras lealtades. Todavía quedan muchas complicidades por deshacer y muchas violencias por sacar a la luz.

¿Ustedes qué opinan, Cinéfilas y Cinéfilos? ¿Es justa la cultura de la cancelación?