Adventure Time “Come Along With Me”

El pasado lunes 3 de Septiembre, una serie que se encargó de abrir una nueva generación de caricaturas tuvo su final. Me refiero a Adventure Time, la cual nos dio una última aventura emocionante y muy memorable.

Cómo no recordar aquel no tan lejano 2010, cuando la programación de Cartoon Network anunciaba un nuevo show que se agregaría a su lista, siendo el título “Hora de Aventura”: con esto se prometía un buen programa para pasar el tiempo. La fama del show fue creciendo y ello me hizo interesarme cada vez más en el contenido original, al igual que los post y teorías que circulaban por internet ¿Quién diría que al pasar las temporadas la serie evolucionaría en una de las mejores producciones de CN?

Estas no son palabras huecas, ya que para el tiempo en que se desarrolló, la posibilidad de dar temas serios o que resultaran en misterio a una serie para todo público era algo que no se había utilizado mucho. Por esto es necesario reconocer el trabajo que, con altas y bajas en su camino, tuvo la serie para innovar.

Y como ya desde varios meses atrás se había anunciado que el camino de Hora de Aventura llegaría a su fin, hoy aquí estamos para despedir a la serie.

La… Gran Guerra Chicle?

Por si la “Guerra de los Champiñones” no resultara en un suceso impactante para la serie, en este capítulo final se nos muestra la conclusión de lo que resultaría el mayor conflicto que habrá visto las tierras de Ooo. El capítulo comienza 1000 años en el futuro mostrándonos a Shermy y Beth,—los que parecen reencarnaciones de Finn y Jake,— quienes se encontrarán con BMO; mejor conocido como el “Rey de OOO”. Él será el encargado de relatarles la historia de la Guerra Chicle donde los héroes del show fueron partícipes.

Dicha batalla se desencadenaría entre los bandos de La Dulce Princesa (Bunnibel) y sus aliados, contra el ejército de su Tío Gumbald y algunos enemigos menores. O eso es lo que se había prometido, ya que resulta en un enfrentamiento más personal entre los 2 líderes, y Finn y su doppelganger Fern, el que termina con todo el conflicto. Algo que hace sentir pequeño el escenario si miramos a otros arcos como el del Lich, y más tratándose de un capítulo final.

Y sí, a lo largo del episodio veremos a muchos personajes de temporadas anteriores que parecían olvidados; que si bien algunos no tienen mucho qué hacer ahí, resultan en simples apariciones a modo de  fan service.

El Verdadero Final Boss

¡Pero esperen! Aún queda como media hora de episodio, en el cual resultará como antagonista Golb; un ser que traerá la verdadera batalla final, con un gran acto de presencia. Es aquí cuando se vuelve un poco más dinámica la historia, dándonos varios momentos memorables que sin duda marcarán a los personajes. Esto resulta un punto a favor, no sólo para el capítulo, sino para la serie entera.

Aquí reluce la evolución. Si nos acercamos a las primeras temporadas, notaremos un cambio en la razón y comportamiento de los protagonistas hasta la actualidad, dándoles un sentido tridimensional que los hace sentir vivos. Cabe mencionar que hay varios giros notorios en algunos de ellos, los cuáles se sienten bien justificados, y que ya que se venían desarrollando desde capítulos anteriores.

Al final, Finn y los demás vencen con algunos sacrificios en el camino; pero dando a entender que esa sería la última gran batalla de los héroes de Ooo, los cuales llegarían a un tiempo de paz.

¿Y ahora qué?

Algo que se podríamos considerar como un punto en contra, es que el capítulo, a pesar de tener una duración considerable, no define perfectamente algunos de sus arcos, dejándolos al aire. Ésto se podría percibir como algo negativo; no obstante, me parece que es necesario para que no se sienta sobre saturado de nueva información. Aún así, el tiempo que se le dedica a las reencarnaciones de Finn y Jake en el futuro, se pudo haber destinado a darle más nombre a la Gran Guerra Chicle. Algo que pega al darse cuenta que eso es lo último del show.

El cierre no pudo resultar de una manera más emblemática; bajo el ending titulado “Come Along With Me“, vemos cómo todos los personajes llegan a un final feliz. Es este momento en que la serie da su último adiós, y cierra el ciclo de la historia de Ooo y sus héroes. Algo que, seas o no un fan de la serie, logrará formar un pequeño nudo en la garganta o incluso una lágrima.

La Última Aventura

“Lo que bien empieza, bien acaba”, es como podría concluir la reseña de Adventure Time; el cual si bien tiene algunos huecos, estos se disipan fácilmente con el sentimiento que logra al final al espectador. Espero y este tipo de series con corazón, y que buscan salirse de lo lineal, se sigan creando y que no se convierta en el nuevo “en nuestros tiempos eran mejores“.

Si aún no lo has visto o dejaste de seguirla por alguna razón, te recomiendo verla para pasar un momento emotivo. Y si ya tuviste la fortuna de ver el capítulo final, cuéntame qué te pareció ¿Qué te habría gustado que sucediera?

The Shape of Water

La Forma del Agua es mucho más que una  historia de amor fantástica

“Desde niño le he sido fiel a los monstruos. Me han salvado, me han absuelto porque los monstruos son los patrones de nuestras imperfecciones y nos permiten contemplar la posibilidad de fallar y seguir adelante”

-Guillermo del Toro, evidentemente emocionado, nos compartió su realidad en su discurso de aceptación al premio Globo de Oro como Mejor director por La Forma del Agua: su fascinación por los monstruos.

Pero sus monstruos son distintos en cada una de sus filmes y en La Forma del Agua se manifiestan en la forma de una extraña criatura (Doug Jones) que se mueve dentro de un estanque de laboratorio. También se convierte en el protagonista de una historia de amor desarrollada en Baltimore durante la Guerra Fría, justo cuando la vida militar y espacial de los Estados Unidos se encuentra en pleno apogeo.

Complementando esta fantástica fábula se encuentra Elisa Esposito (Sally Hawkins), quien nos muestra su rutina diaria: huevos hervidos, baños de tina y una fascinación por los objetos hermosos. Ella se desplaza acompañada por los acordes musicales de Alexandre Desplat en un ambiente de simetrías perfectas y acuáticos colores.

La relación de la protagonista con el mundo exterior se limita a su amistad con su vecino homosexual Giles, interpretado por un extraordinario Richard Jenkins. Él lleva una vida igual de solitaria y lo han hecho a un lado en su trabajo, no tanto por su falta de talento, sino por sus preferencias sexuales.

Elisa es muda y trabaja como empleada de limpieza en la instalación gubernamental en la que se esconde el estanque donde habita el hombre anfibio. En este ambiente, su gran amiga Zelda (Octavia Spencer), ayuda a la audiencia dando voz al pensamiento de Elisa, además de ser quién lleva la conversación cuando están juntas.

Pero el verdadero monstruo no es quien habita el estanque, sino Richard (Michael Shannon), responsable de torturar al hombre anfibio sin ninguna razón aparente. Él es un obsesivo y perverso villano a quien la frustración de no lograr sus caprichos, lo lleva a manifestar su violencia de diversas maneras, aprovechando su puesto de agente en la institución.

La Forma del Agua es mucho más que una historia fantástica de amor entre los protagonistas: es una declaración abierta de Guillermo del Toro. Nos muestra sus gustos, preferencias, ideales, obsesiones, influencias y, por supuesto, su pasión por el cine.  Es, quizá, en esta película donde mejor sintetiza sus emociones, donde no se queda corto y hace una devastadora exhibición de la intolerancia, el racismo, la homofobia y de todo aquello que se sale de “los parámetros establecidos”.

Es también una película “realizada a mano”, cuidada hasta en el más mínimo detalle. Es como si cada escena hubiese sido dibujada por el mismísimo Giles. Se siente que los colores y la música son los elementos que dan voz a Elisa. Logran manifestar en silencio todo aquello que a veces no nos atrevemos a decir, pero que está dentro de nosotros.

También es una historia donde la sensualidad se pone de manifiesto. Nos enseña que los encuentros sexuales se dan sin que exista un subtexto de por medio, porque es la empatía la que lleva a los protagonistas a reunirse en medio de un mundo de metáforas.

La trama se ubica en los años 60, pero tiene una colosal relación con la actualidad. Hay una necesidad de emancipación, de ser solidarios, de respetar las individualidades y las diferencias.

Sumerjámonos en este maravilloso cuento de hadas que Del Toro nos regala y también, como él, démosle las gracias a sus monstruos.