Pablo Larraín: ¿Por qué el cine debe ser político?

Lo esencial:

El director Pablo Larraín y la actriz Antonia Zegers nos comentaron la importancia del cine como herramienta de debate que logre hacernos hablar de temas difíciles.

Los Premios Platino fueron un importante lugar para exponer los problemas del cine en Argentina. Además del discurso que dio Cecilia Roth sobre la importancia de que la industria fílmica en Iberoamérica se reúna para discutir estos temas, grandes personalidades como Juan Antonio Bayona dedicaron su tiempo para posicionarse en contra de los regímenes gubernamentales que buscan disminuir el impacto del cine.

Cargado con un mensaje político, el director Pablo Larraín compitió por 7 premios en la ceremonia por El Conde, una sátira de Netflix que habla precisamente sobre lo duradero y pernicioso que son las dictaduras como la de Augusto Pinochet y las formas en las que estos regímenes sobreviven.

Además de estar consciente de la situación de Argentina, en Fuera de Foco tuvimos la oportunidad de platicar con Pablo Larraín y con la actriz Antonia Zegers sobre cómo la ficción puede ser una herramienta de lucha.

Pablo Larraín
Foto: RockandPop

Pablo Larraín: La ficción es una ventana para discutir temas

En El Conde, Augusto Pinochet es un vampiro con crisis de identidad que ya no encuentra su lugar en el mundo. Sus 5 hijos, entre los que destacan Jacinta, el personaje de Antonia Zegers, están más preocupados por su herencia que por la sombra que ha dejado su padre a lo largo de los años.

“La metáfora de los vampiros, como personajes que no van a morir nunca, es muy correcta en el sentido de que vamos a tener que lidiar con esto siempre” nos comentó en entrevista Zegers, quien asegura que la ficción “es una forma de taladrar estos temas, de seguir discutiéndolo, porque sigue presente”.

Pablo Larraín, quien se ha destacado por la forma en la que cuenta dramas políticos en cintas como Spencer, Neruda, No y Jackie, cree que “las películas, las series, son espacios metafóricos en donde precisamente podemos seguir hablando de lo palpable que es la figura del fascismo, no sólo en Chile, sino en todo el mundo”.

Para Antonia Zegers, esa es la parte fascinante de ser actriz y de poder trabajar con directores como Pablo Larraín. “Cuando hay una visión tan particular, es mejor ir abierto, dispuesto a lo que sea. Es fascinante poder ir encontrando espacios que resuenan con algo más grande, pero es cosa de abrirse, tener la mente abierta, y dejar entrar lo que pueden ofrecer este tipo de historias o personajes”.

Jacinta es un personaje maquiavélico que busca simplemente su beneficio, por lo que Zegers nos mencionó que El Rey Lear de Shakespeare y los mitos griegos “están muy presentes en la película de El Conde, una muestra de que este tipo de historias, este tipo de dilemas, no sólo son universales, han sido parte del tejido social desde hace muchos años”.

Sobre la persistencia de estos regímenes, Pablo Larraín opina que “Argentina está viviendo un momento complicado, pero Chile también la extrema derecha está entrando con mucha potencia porque tenemos un problema de seguridad muy grande. Y ahí está (Nayib) Bukele siendo una muestra de que la ultra derecha joven es muy fuerte”.

“Cuando hay crisis, la democracia se pone en duda. Y el fascismo empieza con mentiras y termina con violencia.

El cine, las series, son una ventana para que a través de la ficción, podamos avisar lo que se viene en el futuro, pero también ser usado como una ventana para mostrar que no es nuevo y señalar de dónde salió”.

Pablo Larraín, Fuera de Foco
Pablo Larraín
Foto: San Diego Union

¿El cine está cambiando en Latinoamérica?

Además de El Conde, Antonia Zegers actualmente estelariza El Castigo, una intensa película que retrata cómo una madre que descubre que no quería tener hijos ahora debe lidiar con el problema de que su pequeño se perdió en un bosque.

Para ella, haciendo eco a lo que mencionó Pablo Larraín, “el cine puede incluso funcionar como un termómetro social” pues le parece que cintas como El Castigo, que exploran la maternidad desde otra perspectiva, son una muestra de cómo está cambiando la sociedad en su conjunto.

“Parece que la lucha por salarios más o menos equitativos, trabajo e independencia nos dejó entrar con fuerza en el mundo laboral. Pero luego se nos somete por el lado de la maternidad, porque no nos dejan ser madres y trabajar.

Cuando empieza a nacer una ficción como El Castigo, es síntoma de una conversación pendiente entre hombres y mujeres”.

Antonia Zegers, Fuera de Foco

Para ella, “la ficción es un hermoso espacio de debate, de disección. Es una forma hermosa en la que podemos unirnos, hombres y mujeres por igual, para abordar estas temáticas que están tan presentes en la sociedad”.

Tanto Pablo Larraín como Antonia Zegers comentaron que es un momento en el que el cine debe ser una herramienta de consciencia, de diversión y entretenimiento, pero también de espacios para armar conversaciones incómodas” sentenció la actriz en el marco de los Premios Platino.

Pablo Larraín
Imagen: Cineteca Nacional

¿Por qué Pablo Larraín retrata a Pinochet como un vampiro?

En este artículo: 

  • El director Pablo Larraín explicó sus razones detrás de retratar a Pinochet, uno de los dictadores más famosos de América Latina, como un vampiro.
  • Asegura que es una metáfora sobre el fascismo, ya que así puede retratar los aspectos seductores y tramposos de la ideología política.
  • Larraín dice que todavía hay un tabú alrededor de Pinochet, por lo que es importante hacer una cinta que hable sobre lo que en realidad fue y cómo impactó la historia de Chile.

El director chileno Pablo Larraín regresará al Festival de Cine de Venecia para presentar su más reciente película, El Conde, una historia de comedia negra y terror centralizada en el dictador Augusto Pinochet, quien en la trama nunca murió y, en cambio, se convirtió en un vampiro que después de 250 años decide ponerle fin a su vida tras una complicada situación familiar y el deshonor hacia su figura.

Si bien existen muchas películas históricas bastante impactantes sobre la dictadura chilena, El Conde, pretende llevarlo a un nuevo nivel al plantear la idea de que en realidad  Pinochet ni la dictadura han muerto, debido a que sus crímenes y el terror de sus acciones siguen provocando consecuencias.

Por esta razón, para  Larraín, ejemplificarlo en un “monstruo” que es inmortal era algo casi natural para su historia, pero, ¿Por qué decidió hacer esta historia? A continuación te lo platicamos.

Pablo Larraín
Imagen: Matt Winkelmeyer | Getty Images

Pablo Larraín considera que era momento de filmar una película sobre Pinochet

Pablo Larraín, quien recientemente se llevó aplausos por Spencer, esta listo para regresar a uno de los festivales de cine mas importantes con El Conde, una película bastante arriesgada que decidió filmar en blanco y negro junto al director de fotografía Ed Lachman, y protagonizada por el actor chileno Jaime Vadell. 

El sangriento régimen de Pinochet en Chile duró casi 17 años que comenzó con un golpe militar en 1973, en donde más de 3.000 personas murieron o desaparecieron debido a la violencia. Sin embargo, a pesar de sus crímenes, Pinochet, murió a la edad de 91 años en 2006, impune y rico. Por esta razón, aún causa indignación en la sociedad no solo en Chile, sino en toda América Latina. 

Larraín, ya había abordado el tema de Pinochet en Tony Manero y Post Mortem, así como en la nominada al Oscar de 2012 No, que narra la exitosa campaña para destituir al dictador. Pero esta será la primera vez que narra la historia de una manera diferente, ya que es sus palabras, tenía la urgencia de “por fin ponerle una cámara en su cara”. 

“Hacer una película que pusiera una cámara directo a su cara. Es un gran paso para nuestra cultura. Y algunas personas piensan que es demasiado pronto, otras piensan que está bien”. 

Pablo Larraín para Variety

El director señaló que hasta la fecha la figura de Pinochet sigue siendo un debate en Chile, ya que apenas en una votación llevada a cabo en mayo pasado, los chilenos rechazaron una propuesta para reescribir la constitución del país de la era de la dictadura. “Pinochet murió en total impunidad, millonario, libre”, agregó Pablo Larraín.

“Y por eso creo que su figura sigue siendo como una mancha oscura en nuestra sociedad que nos recuerda cada día lo destrozados que estamos y lo divididos que estamos”.

Copyright © Netflix.

Pablo Larraín espera que la película pueda impactar a más de uno 

Aunque Pablo Larraín especificó que realmente no le interesa que El Conde se vuelva una conversación política, espera que sí pueda concientizar a la sociedad actual y hacerles saber que el “el fascismo se presenta en diferentes formas” en la actualidad, disfrazada de “seducción, luego pasan al miedo y luego terminan en violencia” y eso es algo que “estamos viendo con el ascenso de la derecha en muchos países del mundo”. 

“Así que realmente espero que esta película pueda hacer eso y romper esas barreras y hacer que la gente piense en sus propias realidades y tome esto como un testimonio de una de ellas”. 

Pablo Larraín

Pablo Larraín también explicó que el personaje de monja encubierta llamada Carmencita, en realidad es un guiño a una organización que se llamaba Vicaría de la Solidaridad, un organismo de la Iglesia católica en Chile creada por el papa Pablo VI que ayudó a familias y víctimas de la dictadura militar chilena, desafortunadamente años después se vieron involucradas en un escándalo de abuso sexual. “Representa una potencia que aún es fuerte en el mundo”, agregó. 

La película se estrenará en cines de forma limitada el próximo 7 de septiembre en algunos países incluido  Estados Unidos, Reino Unido, Chile, Argentina y México, para luego llegar a Netflix a nivel mundial el 15 de septiembre.

Copyright © Netflix.