¿Por qué la AMACC suspenderá los Premios Ariel 2023?

La AMACC anunció que suspenderá los premios Ariel 2023 debido a que no ha recibido los apoyos económicos que el gobierno les prometió

La Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) anunció que debido a una fuerte crisis financiera, harán una pausa a sus actividades y a la convocatoria de los Premios Ariel 2023, hasta nuevo aviso. 

La presidenta de la AMACC, Leticia Huijara había adelantado durante la ceremonia de los premios Ariel 2022 que la Academia ya no tenía los recursos económicos suficientes y debían “hacer una pausa” y pensar en caminos alternos para sostenerse. “Hacemos un llamado a la comunidad para cerrar filas y preservar a la AMACC como la casa de todos”, expresó durante la premiación. Sin embargo, el día 24 de noviembre lanzaron un comunicado para confirmar la suspensión de actividades. 

El Estado, que fuera motor y sostén de la AMACC durante un largo tiempo, ha renunciado a su responsabilidad como principal promotor y difusor de la cultura en general y del cine en particular. Pareciera que la cultura junto al séptimo arte ya no son prioridad. Lamentamos que a pesar de sus 76 años de existencia y la voluntad política con la que se fundó la Academia en su nueva época, bajo la presidencia del maestro Jorge Fons, el respaldo de los recursos públicos haya disminuido considerablemente en los últimos años”.

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No obstante, la Academia declaró que “reorientará sus esfuerzos para reorganizar el trabajo a través de sus distintas comisiones” para buscar maneras de sostenerse. Asimismo, realizó un llamado para “reforzar la cohesión dentro del gremio cinematográfico” y defender otros espacios “de reflexión libre e independiente sobre el cine mexicano”


Extinción de fideicomisos 

La fuerte crisis del cine mexicano comenzó en el 2020 cuando el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine) y el Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad (Foprocine) , sufrió de un recorte presupuestal y diversos directores, productores, actores y usuarios en redes sociales mostraron su desacuerdo. Sin embargo, la protesta no sirvió y la AMACC anunció en agosto del presente año que tenía un adeudo de más de 85 millones de pesos con 50 producciones, a pesar de que ya le habían prometido recibir el estímulo.

“Este incumplimiento del coproductor gubernamental, el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), ha dañado gravemente las fuentes de empleo de un gran número de creativos y técnicos debido a la derrama económica que estos proyectos generan”

AMACC

De acuerdo con el comunicado, los dos fideicomisos, “devolvieron más de 300 millones de pesos bajo la promesa de que se estregarían al IMCINE para dar cumplimiento a las obligaciones adquiridas”. Sin embargo, dos años después de esa promesa, el IMCINE informó no haber recibido estos recursos por parte del gobierno.

De acuerdo con El País, algunas de las películas que fueron afectadas ya han sido exhibidas y compitieron en los premios Ariel, como El otro Tom, dirigida por Rodrigo Plá y Efímera, que fue estrenada en el Festival Internacional de Cine Guanajuato. Esto porque los problemas económicos y el poco apoyo que tienen las instituciones dedicadas a promover cine mexicano no pueden invertir en distribución o promoción de dichas películas, cosa que hace casi imposible que logren alcanzar buenas posiciones en taquilla, creando un círculo vicioso de codependencia con los estímulos gubernamentales que simplemente no están llegando.

Hasta el momento la secretaria de cultura no se ha pronunciado al respecto.


¿Qué opinan cinéfilas y cinéfilos?

El Otro Tom: ¿Desmitificando prejuicios sobre la salud mental?

Platicamos con Rodrigo Plá y Laura Santullo sobre el Otro Tom y cómo buscaron retratar con honestidad nuestra complicada relación con la salud mental

“Sé que tal vez esta no es una película fácil, pero esperamos que la gente la vea con ojos empáticos y termine llevándose un retrato honesto sobre este tema” nos contó Laura Santullo en entrevista exclusiva para Fuera de Foco sobre El Otro Tom. Y tiene razón, la película, centrada en la vida de Elena y su hijo, Tom, nos cuenta su difícil peregrinación entre los servicios de salud y educativos de Estados Unidos cuando el niño es diagnosticado con trastorno de déficit de atención.

Dirigida también por Rodrigo Plá, la historia nació de sus propios cuestionamientos lidiando con la idea de ser padres y buscar lo mejor para sus hijos, lo que les llevó a darse cuenta “lo fácil que en los últimos 20 años se ha volcado el mundo a determinar cuando un niño/a tiene problemas de salud mental y cómo solucionarlos, como si hubiera una sola respuesta”. 

¡Les contamos lo que nos contaron Laura Santullo y Rodrigo Plá sobre el Otro Tom y cómo la película busca abrir una conversación sobre la niñez y la salud mental! 

El Otro Tom

La Otra Cara de las Enfermedades

La película está completamente centrada en cómo va cambiando la relación de Elena y Tom una vez que este es diagnosticado por los servicios de salud. No sólo porque es sumamente costoso el tratamiento, sino también por los cambios de humor y efectos secundarios que las medicinas tienen sobre él, modificando su comportamiento con sus compañeros/as y con su propia madre. Y todo se vuelve todavía más difícil por el simple hecho de que son una familia latina viviendo en Estados Unidos. 

“Desde siempre quisimos retratar la otredad” nos comentó Plá: “era muy importante para nosotros hacer que todo el ambiente fuera ajeno y extraño, para que entonces el dilema emocional fuera todavía más efectivo”. 

El hecho de estar en un país extraño y obligados a adaptarse a la forma en la que hacen las cosas. La cinta es dura y muy conmovedora, especialmente porque nos muestra exactamente el ambiente en el que se desarrolla Tom, que está lleno de condescendencia: “Era importante mostrar las formas sutiles con las que los sistemas de salud, o educativos encierran a la persona. Porque como todo está envuelto en un manto de institucionalidad y de protocolos, parece que eso es lo correcto, pero en la película dejamos claro que no lo es”, nos comentó Santurro.

Entonces, Tom se tiene que enfrentar a profesoras que no recuerdan bien su nombre y Elena debe pelear con enfermeras que simplemente le arrojan pastillas a su hijo y tratan de hacer que su diagnóstico cuadre con sus expectativas médicas. Las cosas se complican debido a la ausencia del padre de Tom, que deja a Elena sola para tomar las decisiones más difíciles con su hijo.

 Y para Plá, esta es la muestra de cómo es demasiado fácil esconder otros problemas bajo el manto de una enfermedad mental: “La ausencia del padre era sumamente importante para entender que el conflicto va más allá de un supuesto trastorno mental. Es familiar, es cultural, es el ambiente. Es una mezcla de cosas, quererlo ver sólo desde una sola perspectiva puede ser muy dañino”. 

Santurro complementó su comentario asegurando que por eso la historia busca ser también un drama sobre una madre y un hijo que quieren conectar“Pero al final, lo que queríamos era mostrar también lo difícil que a veces es conectar con las personas más cercanas a ti”. 

El Otro Tom

Buscando Honestidad

Los protagonistaS: Julia Chávez e Israel Rodríguez Bertorelli, en realidad no habían tenido otro trabajo en el mundo del cine antes del Otro Tom, y es sorprendente la química que logran tener en pantalla. “Fue un trabajo en donde buscamos honestidad antes que cualquier otra cosa. Así que tuvimos un largo proceso de reconocimiento y entendimiento, de pruebas y error. Pero al final encontramos en ellos a las personas que podían transmitir precisamente lo que buscábamos en pantalla” aseguró Santurro. 

Ambos directores nos contaron que fue un proceso lento y centrado en la confianza, ya que además de una extensa investigación, se esforzaron porque Rodríguez Bertonelli y Chávez se sintieran bien con sus personajes. 

“Lo más importante que aprendimos de esta experiencia es que se pueden tomar casos de la vida real y plasmarlos de una manera dramática para generar emociones, pero emociones que te hagan pensar y repensar tu realidad. No queremos decirle a nadie qué pensar ni qué hacer, pero sí me gustaría que la película abriera conversaciones.

Laura Santullo, Fuera de Foco