Después de batallar durante más de 30 años con el cáncer de seno, la actriz, cantautora, activista y empresaria Olivia Newton-John falleció a la edad de 73 años en su casa en California. 

Mejor conocida por su papel como Sandy Olsson en Grease, cinta que protagonizó junto a John Travolta y que se mantiene como uno de los musicales románticos más exitosas de la historia de Hollywood, Newton-John también fue una de las figuras australianas más importantes de la década de los 70 y 80, además de un prolífico ícono pop que marcó la época de la misma forma en la que lo hizo el grupo ABBA.

La cantante tiene en su haber más de 100 millones de discos vendidos, lo que la convierte en una de las cantantes más rentables de la segunda mitad del Siglo XX. Durante su carrera, ella fue una vocal activista a favor del trato igualitario a la mujer y por los derechos de los animales, además de que también fue jueza en programas de concurso, como RuPaul’s Drag Race y su música sigue siendo un himno pop que se escucha hasta la fecha. 

Por eso, ¡aquí les contamos más sobre el legado de Olivia Newton-John más allá de Grease!

Cambió la forma en la que las disqueras hacían contratos

Antes de que saltara a la fama, en 1975 Olivia Newton-John firmó un acuerdo con la disquera MCA para que produjera música durante dos años exclusivamente para ella. Los primeros discos que se produjeron bajo el sello no tuvieron problemas, pero Making a Good Thing Better se retrasó, por lo que la discografía decidió alargar su contrato sin pedirle permiso. 

Pero el alargar su contrato entorpecía no sólo su participación en Grease, sino la producción del disco que preparaban bajo RSO Records, por lo que decidió demandar a MCA por 10 millones de dólares bajo el argumento de que ellos habían incumplido el contrato al retrasar su música. 

Al final, Newton-John tuvo que esperar a que se terminara su contrato para volver a filmar con una disquera. Pero este caso hizo que se cambiaran las reglas de contractos en la industria de la música para siempre, ya que se abandonaron los contratos basados en tiempo y se adoptó una nueva modalidad, en donde ahora los artistas se comprometían a producir una cantidad específica de discos para una discografía. 

Ella también demandó en 2006 a Universal Studios porque supuestamente no le habían pagado sus comisiones pertinentes por la música de Grease.

Usó su música como protesta

También en 1978, cuando su figura apenas estaba alcanzando el estatus de ídolo internacional, Olivia Newton-John decidió cancelar una gira de conciertos en Japón para protestar contra la caza de delfines, los cuales se quedaban atrapados en las redes para atrapar atún.

Olivia no re-agendó su gira hasta que el gobierno de Japón le aseguró que estaban tomando acciones para combatir estas prácticas. También decidió incluir dentro de sus canciones varias de sus experiencias con delfines y The Promise, una de sus canciones más populares, es una canción dedicada enteramente a hablar sobre los delfines y su importancia para el medio ambiente.

Fue parte del concierto Music for UNICEF y dejó que las regalías que se generaran de ese evento se fueran a perpetuidad directamente a las causas de la UNICEF. Por esa razón, fue nombrada embajadora de la buena voluntad por parte de la organización. 

Ella también fue un apoyo muy vocal para La Coalición Ambiental para la Salud de los Niños, la cual se fundó para impulsar mejores investigaciones sobre el medio ambiente y la salud de las infancias, habiéndose unido después de que la hija de una de sus amigas, Colette Chuda, falleciera a causa de cáncer. Para mostrar más apoyo, ella incluyó en la portada de su disco Warm & Tender una foto de Collette Chuda. 

Inspirando a las víctimas de Cáncer 

Olivia Newton-John fue diagnosticada con cáncer a principios de la década de los 90 y desde entonces ha creado diversas piezas musicales donde exploró sus experiencias y su camino tratando de encontrar una cura. En 1994, por ejemplo, lanzó Gaia: One Woman’s Journey, en donde detalló su vida una vez que le diagnosticaron cáncer. 

El siguiente año, lanzó Grace & Gratitute y destinó todas las regalías del disco para la Organización Nacional de Cáncer de Seno Y-ME. E incluyó en sus letras poemas escritos por artistas que murieron o fueron afectados con algún tipo de cáncer. 

En 2008, también lideró una marcha de más de 228 kilómetros que hicieron varios sobrevivientes de cáncer y celebridades por la Muralla China, con el objetivo de recaudar fondos para el Centro de Salud de Bienestar de Melbourne. 

Además decidió subastar sus icónicos atuendos de Grease en 2019 y recaudó más de 2.4 millones de dólares que donó en su totalidad para la investigación contra el cáncer en Australia. 

Por esta razón, recibió el honor de ser llamada Dama Comandante de la Orden del Imperio Británico por parte de la Reina Isabel II en 2020.